Ya van tres ocasiones en donde Emma ha celebrado con nosotros la navidad, pero esta es la primera vez que lo ha disfrutado de principio a fin, comprendiendo la importancia de arreglar el arbolito navideño hasta esperar la llegada del viejito pascuero pasado la medianoche, para recién abrir los regalitos.
En su primera navidad apenas tenía nueve meses de edad, pero ya para la segunda era una niña de un año con nueve meses así que en ese momento disfrutó abrir un sinfín de regalos sin entender mucho el porqué, desvelándose feliz disfrutando con sus nuevos juguetes.
¿Cómo pasa el tiempo no? Como papá ya son tres navidades junto a mi Emma, cada evento es muy diferente al otro desde lo que he mencionado hasta lo que mencionaré.
Porque para este año nuestra hija ya comenzó con las expectativas, los anhelos de un regalo en especial y creo que también comenzará a recordar estas fiestas, tanto si son buenas para ella o simplemente malas.
Mi Emma, quien está pronta a cumplir tres años de vida, ya posee ciertos gustos bien definidos, como por ejemplo, “bebés llorones”, set de maquillajes, artículos de cocina, algún juguete musical y otro que la motive hacer algún deporte, algo que perpetuaré en este escrito para cuando ella lo lea en el futuro más próximo, sepa más o menos lo que recibió este 2021.
En cuanto a mí, me tocó trabajar estas festividades. Por un lado es bueno trabajar, teniendo en cuenta los niveles de cesantía producto de la eterna excusa de la mano invisible del mercado que a veces nos beneficia y otras veces no, como también las consecuencias de la pandemia, que modificó todo el campo laboral.
Por trabajar no pude estar por completo en estas festividades, me preocupé por despertar temprano y una parte de mí no se pudo desconectar con lo laboral en plena cena navideña, ya que la preocupación de la locomoción a primera hora de un festivo navideño es algo que no sólo me inquietó a mí.
Hay muchos padres que simplemente no pudieron estar en navidad ya sea por trabajo, un impedimento mayor o simplemente no están ni ahí, pero en mi caso deseaba estar con mi hija, quien vivió, por decirlo así, toda la magia navideña que sólo experimentan los niños a raíz de su total y natural ingenuidad.
No sé por cuánto tiempo dure en buenas condiciones los juguetes a Emma o su interés por ellos jejeje, pero siendo muy cliché y obvio, el mejor regalo como padre es tener a tus hijos sanos y verlos disfrutar con ciertos momentos que para ellos son importantes, como para nosotros también.
Feliz navidad amigos míos, espero hayan disfrutado junto a sus hijos estas lindas festividades.
Fue una gran navidad, tanto mi pareja, su familia y algunos integrantes de la mía hicieron todo lo posible para traer algo de magia y felicidad a Emma, y creo que lo lograron. Ojalá que esto siga así por muchos años más o por toda la vida si es posible.
Sábado, 25 de Diciembre de 2021.
No olvides dejar tu like y seguir nuestra fanpage aquí. Si deseas ser parte de El Semáforo envía un artículo a elsemaforoquilpue@gmail.com y no olvides leer esto: