Vinicius de Moraes entrevistado por Clarice Lispector
En esta ocasión deseamos rescatar una entrevista realizada al gran poeta, músico y político brasileño Vinicius de Moreas por parte de la escritora ucraniana-brasileña Clarice Lispector, conocida por formar parte de la Generación del 45 do Brasil. Antes de presentar esta gran conversación pedimos disculpas a nuestros lectores por no haber publicado nada sobre este categoría en mucho tiempo, nos comprometemos a que será mensual, debido a que sin darnos cuenta el tiempo paso muy deprisa. Esta entrevista fue titulada como “Eu só sei criar na dor e na tristeza” que en español significa :”Yo sólo sé crear en el dolor y la tristeza”. La bajada de este artículo fue la siguiente: “Si la felicidad existe, yo sólo soy feliz mientras me quemo y cuando una persona se quema no es feliz”, lo que demuestra lo poético e intenso que sería este diálogo entre escritores. Pues sin más preámbulos dejamos la entrevista realizada por Clarice Lispector a Vinicius de Moraes. Vinicius de Moraes entrevistado por Clarice Lispector:-“Yo sólo sé crear en el dolor y la tristeza”. –Vinicius, pienso que vamos a conversar sobre mujeres, poesía y música. Sobre mujeres porque corre la fama de que tú eres un gran amante. Sobre poesía porque tú eres uno de nuestros grandes poetas. Sobre música porque tú eres nuestro trovador. -Vinicius, ¿tú realmente amaste a alguien en la vida? Llamé a una de las mujeres con la que estuviste casado y ella me dijo que tú amas todo, a todo te das por entero: a hijos, mujeres, amistades. Entonces me vino la idea de que tú amas al amor, y en él incluyes a las mujeres. -Que yo amo al amor es verdad. Pero por amor comprendo la suma de todos los amores, o sea, el amor del hombre por la mujer, de la mujer por el hombre, el amor de mujer por mujer, el amor de hombre por hombre y el amor del ser humano por la comunidad de sus semejantes. -Yo amo ese amor, pero eso no quiere decir que no haya amado a las mujeres que tuve. Tengo la impresión de que me entregué por completo a la mujer que realmente amé. -Te creo, Vinicius. Te creo. Aunque también creo que, cuando un hombre y una mujer se encuentran en un amor verdadero, la relación es siempre renovada, poco importan las peleas y los desentendimientos: dos personas nunca son permanentemente iguales y eso puede crear, en la misma pareja, nuevos amores. -Claro que sí, pero yo todavía creo que el amor que construye para la eternidad es el amor pasión, el más precario, el más peligroso, ciertamente el más doloroso. Ese amor es el único que tiene la dimensión del infinito. -¿Tú ya amaste de ese modo? -Yo sólo he amado de ese modo. ¿Pero, tú acabas una relación porque conoces otra mujer o porque te cansas de la primera? -En mi vida ha sido como si una mujer me depositase en los brazos de otra. Eso tal vez porque ese amor pasión, por su propia intensidad, no tiene condiciones de sobrevivir. Creo que esto está expresado con felicidad en mi soneto Fidelidade (Fidelidad): “Que no sea inmortal puesto que es llama Pero que sea infinito mientras dure” -¿Tú sabes que eres un ídolo para la juventud? ¿Será que ahora que apareció Chico (NT: Buarque de Hollanda) las muchachas van a cambiar de ídolo, las muchachas y los muchachos? -Creo que es diferente. La juventud busca en mí el padre amigo, que vivió y que tiene una experiencia para transmitir. En Chico no. Él es un ídolo, lo de él es idolatría. -¿Tú soportas ser ídolo? Yo no soportaría. -A veces me pone de malhumor. Pero una de esas muchachas me explicó: es que tú, Vinicius, vives en las estanterías de nuestros libros, en las canciones que todo el mundo canta, en la televisión. Tú vives con nosotros, en nuestra casa. -¿Cuál es la artista de cine que amarías? –Marilyn Monroe. Fue uno de los seres más hermosos que hayan nacido. Si solamente existiese ella, sería suficiente para justificar la existencia de Estados Unidos. -Yo me casaría con ella y seguramente me equivocaría porque es difícil amar a una mujer tan célebre. Solamente soy celoso físicamente, es el celo del animal, no tengo otro tipo de celos. -Háblame de tu música. -No hablo de mí como músico, pero sí como poeta. No separo la poesía que está en los libros de la que está en las canciones. -Vinicius, ¿tú ya te sentiste solo en la vida? ¿Ya sentiste algún desamparo? -Pienso que soy un hombre bastante solo. O por lo menos tengo un sentimiento muy agudo de soledad. -Eso explicaría el hecho de que tú ames tanto, Vinicius. -El hecho de querer comunicarme tanto. -Tú sabes que admiro mucho tus poemas, y, más que gustarme, los amo. ¿Qué es la poesía para ti? -No sé, nunca escribo poemas abstractos, tal vez sea la manera de volver mágica la realidad ante mis ojos. De envolverla con ese tejido que le da una dimensión más profunda y consecuentemente más bella. -Reflexiona un poco y dime cuál es la cosa más importante del mundo, Vinicius. -Para mí es la mujer, sin duda. -¿Quieres hablar de tu canción? Estoy escuchando. -Dicen, en mi familia, que yo canté antes de hablar. Y había una cancioncita que yo repetía, que tenía un ligero aire musical. -Fui criado en el mundo de la música, mi madre y mi abuela tocaban el piano, recuerdo cómo me dolían aquellos valses antiguos. Mi padre también tocaba la guitarra, crecí oyendo música. Después la poesía hizo el resto. Hicimos una pausa. Él continuó: -Siento tanta ternura por tu mano quemada (NT: Lispector fue víctima de un incendio). (Me emocioné y entendí que este hombre envuelve a una mujer con cariño). Vinicius dijo, tomando un trago de whisky: -Es curioso, la alegría no es un sentimiento ni una atmósfera de vida nada creativa. Yo sólo sé crear en el dolor y en la tristeza, incluso si el resultado son textos alegres. No me considero una persona negativa, quiero decir, yo no deprimo a las personas. -Es por eso que pienso que estoy viviendo en un movimiento de equilibrio infecundo, del cual estoy intentando liberarme. -El paradigma máximo para mí sería: la calma en el seno de la pasión. Pero realmente no sé si es un ideal humanamente alcanzable. -¿Cómo lo pasaste dentro de la vida diplomática, tú que eres lo antiformal por excelencia? -Sucede que detesto todo lo que oprime al hombre, incluso la corbata. Pero, es sabido que un diplomático es un hombre que usa corbata. -Dentro de la diplomacia hice buenos amigos hasta hoy. Después sucedió otra cosa: las raíces y la sangre hablaron más alto. -Encuentro muy difícil que un hombre no vuelva a su interior, para llegar o por lo menos aproximarse al conocimiento de sí mismo. -Como persona, Vinicius, ¿qué desearías alcanzar? -Yo desearía alcanzar otra cosa. La calma en el seno de la pasión. Pero desearía alcanzar una tal capacidad de amar que me hiciese útil a mis semejantes. -Quiero pedirte un favor: haz un poema ahora mismo. Tengo la seguridad de que no será banal. Si tú quieres, trovador, recita tu poema. –Mi poema es un poema de dos líneas: tú escribes una palabra encima y la otra abajo porque es un verso. Es así: Clarice Lispector -Me parece hermoso tu nombre, Clarice. -Tú podrías contar cuáles cuáles son las mayores emociones que tuviste. Yo, por ejemplo, tuve tantas y tantas, buenas y pésimas, que no osaría hablar de ellas. -Mis mayores emociones están ligadas al amor. El nacimiento de los hijos, los primeros encuentros y los últimos adioses. -Incluso teniendo dos experiencias de cuasi muerte – accidente de aviación y de carro (auto)- incluso esas experiencias de cuasi muerte ni de lejos se aproximan a las emociones de que te hablé. -¿Te sientes feliz? Esta, Vinicius, es una pregunta idiota, pero me gustaría que respondieras. -Si la felicidad existe, yo sólo soy feliz mientras me quemo y cuando una persona se quema no es feliz. La propia felicidad es dolorosa. -Meditamos un poco, conversamos un poco más, Vinicius se fue. Entonces llamé a una de las esposas de Vinicius: -¿Cómo te sientes casada con Vinicius? Ella respondió con aquella voz que es un murmullo de pájaros: -“Muy bien. Él me da mucho. Y más importante que eso, él ayuda a vivir, a conocer la vida, a querer a las personas”. -Después conversé con una muchacha inteligente: -“La música de Vinicius” –dijo ella – “habla mucho de amor y yo me identifico siempre con ella”. -¿Tú tendrías un amorío con él? -“No, porque a pesar de encontrar amoroso a Vinicius, amo a otro hombre. Y Vinicius me revela todavía más que amo a ese hombre. -Su música hace que me guste todavía más el amor. Y “de repente, no más que de repente”, él se transforma en otro: y es nuestro poetita como lo llamamos”. He aquí pues algunos secretos de una gran figura humana y que vive a todo riesgo. Porque hay grandeza en Vinicius de Moraes. ©Clarice Lispector Rio de Janeiro 1969 Revista Manchete Traducción Viviana Marcela Iriart Fuente en portugués: Tiro de Letra Sábado, 6 de de abril de 2019/ Entrevista #7 No olvides dejar tu like y seguir nuestra fanpage aquí. Si deseas ser parte de El Semáforo envía un artículo a elsemaforoquilpue@gmail.com y no olvides leer esto: Violeta Parra y una conversación de 1958 Comentarios de Face
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