Por esas casualidades algorítmicas de Youtube me topé con un video sobre la “soledad” y Julio Cortázar, legendario escritor argentino.
En aquella pieza audiovisual que no supera más de diez minutos de reproducción, Cortázar de manera impecable, elocuente y hasta ambivalente, trataba de explicar aquellas emociones positivas como negativas que despertaban en él la soledad.
¿Qué es la soledad? ¿Algunas vez ustedes lo han experimentado?¿Temen padecer de soledad?¿Qué han sentido por soledad?
En mi caso personal, por si les interesa mi opinión, lo he sufrido en dos momentos muy distintos en mi vida. No exagero al reconocer que sufrí la sensación negativa de esta condición tan humana que todos, al menos creo yo, experimentamos alguna vez.
La primera vez que sufrí de soledad fue en Iquique, mientras realizaba el servicio militar por el año 2006 exactamente. En aquella ocasión nos permitieron un franco (salir de la base) por unas horas para distraernos, conocer un poco la desconocida ciudad y esas cosas…tuve la mala ocurrencia de salir solo.
En mí despertó un fuerte sentimiento de tristeza, de nostalgia y sobre todo de desamparo, a diferencia de mi previo paso por Talcahuano en donde jamás sentí soledad alguna porque hice amigos con quienes después compartí francos, en esta ocasión la ciudad iquiqueña me recibía en la más plena soledad absoluta.
En ese tiempo yo no poseía un smartphone con un plan de gigas contratado con el cual podía conectarme en segundos en las redes sociales y así saber de mis padres, familiares y amigos o viceversa, de hecho recuerdo ahora que mis papás tenían que costear las llamadas de larga distancia jaja.
La cuestión, para regresar a la idea principal, era que a mí nadie me esperaba afuera de la base en un comienzo y eso generó un sentimiento de abandono que me acompañó a lo largo de los 18 meses que estuve en la tierra en donde Arturo Prat se inmoló, a pesar que después hice amigos y fui cuidado por mi tía Mely y tío Arturito, en lo más profundo de mí ser la soledad siempre estuvo muy latente.
La segunda vez que me sentí solo fue cuando falleció mi padre. No me sentía solo porque él murió, sino más bien porque mi núcleo familiar (mi madre y dos hermanos) se disolvió por completo en un abrir y cerrar de ojos, porque todos escogieron un camino que continuar, uno que fue bastante individualista que nadie cuestionó.
Imagínense una rutina de años en que en el interior de una maltratada y antiquísima casona en playaancha la bulla, los ecos, las risas, las peleas y los silencios de pronto comienzan a menguar hasta desaparecer por completo y tú eres el único testigo de eso ¿cómo te sentirías al respecto? De seguro pensarás que jamás imaginaste una situación como esa cuando nada presagiaba aquel destino, ¿o no?
Pues en medio de la soledad de aquella casona que nos heredó nuestro abuelo materno, me fue invadiendo nuevamente aquel negativo sentimiento, con la gran diferencia de Iquique que brotaba desde el propio seno de mi familia. Con ellos no platiqué esto porque lo creía innecesario o tal vez porque no me daba cuenta que era necesario hablar este asunto para ver cómo estábamos abordando un importante cambio en nuestras vidas.
Mi única compañía, por un tiempo, en lo que antes fue mi hogar fueron los muchos gatos que quedaron en casa cuando se marcharon muchos familiares de ahí. Pobres gatos, me duele en el alma hasta hoy y me dolerá hasta el día que muera por no haber sido un mejor padre, amigo, compañero o cuidador de ellos, aunque jamás les faltó comida, agua, un lugar plácido para dormir, tomar sol, jugar y esas cosas, siento que no fuí lo suficientemente bueno con ellos, ya que también por esos años aquello de la tenencia responsable de mascotas no era algo que estaba tan instalando en el imaginario colectivo, muchos menos en mí.
Nino, Nina, Pucherito, Paloma, Ñeña, Gemelita y tantos otros que tal vez también sufrieron de soledad, de ver como sus mal llamados “amos” se alejaban de casa para volver tarde o simplemente no volver en un día, entre ellos yo, animalitos que también quedaron atrapados en aquel proceso de cambio de mi familia y a veces olvidamos porque nos priorizamos nosotros primero.
Como pueden apreciar, nunca he considerado la soledad como una sensación positiva, como aquella oportunidad para poder escucharme sin que nadie entorpezca o distraiga, oportunidad para ordenar mis ideas o pensamientos, o simplemente como un momento oportuno para cerrar los ojos y disfrutar un poco de mí, sin importar aciertos o yerros, aunque siempre le he recomendado a mis amigos que a veces la soledad es buena consejera jaja
Para mí la soledad siempre ha representado aquel negativo sentimiento en que me ha hecho entender que necesito de personas a mi lado, porque no concibo la vida sin amigos o familiares a quienes amar o con quienes pasar el tiempo, para sentirme especial o de importancia para ellos.
Pero todo cambia, nada se queda quieto para siempre. Si bien nunca le he temido a la soledad y padecí lo negativo de esta, siento con mucha convicción que en una tercera, cuarta y hasta décima vez ésta no me abatirá porque he aprendido que la única manera de encarar a la soledad es abrirte a conocer nuevas experiencias, no aferrarte al pasado, no encerrarse en uno mismo, aceptar que la vida continua aunque quieras o no, que debes asimilar que quienes están contigo ahora no estarán después como tú para ellos, que la soledad es buena consejera pero no compañera, que la soledad nos atrapa cuando nos sentimos que no valemos nada para nadie (incluso para nosotros mismos) y sobre todas las cosas, a veces no vale la pena pensar, pensar, pensar y pensar tantas cosas que al final no llegan hacia ningún lado, si bien la vida puede ser cruel u oscura para muchos seres humanos y animales, la tuya no tiene que ser así ni tú responsabilizarte por la maldad de este mundo.
Siempre hay un motivo para reír y estar feliz, el problema es que muchas veces lo olvidamos.
Viernes, 12 de Marzo de 2021
No olvides dejar tu like y seguir nuestra fanpage aquí. Si deseas ser parte de El Semáforo envía un artículo a elsemaforoquilpue@gmail.com y no olvides leer esto: