La siguiente historia de navidad no es una dulce narración que invita a la familia a disfrutar al son de villancicos la típica y esteoritapada fiesta que ya acostumbramos a celebrar.
La Leyenda de Grýla nace a través del folclor más antiquísimo del país de los volcanes y de los vikingos, Islandia.
Rodeado de hermosos glaciares, geisers, catáratas, playas negras y resto de naturaleza fenómenal surgió este relato que ha trascendido por generaciones hasta llegar a ti, en este preciso instante.
A ciencia cierta se desconoce el momento exacto en qué se originó este relato que servía para asustar no tan sólo a los niños para que fueran buenos y obedientes, sino también adultos.
Se narraba que existía una horrible monstruo que secuestraba, por lo general, a niños, a quienes los capturaba con un saco y al estar atrapados ahí, la fuerza de sus gritos se perdían para no ser escuchado jamás.
Grýla era una abominación que según diversos relatos, capturaba a niños que se portaban mal y los conducía hasta un misterioso y oculto escondite en lo más profundo de la montaña para devorarlos sin piedad alguna.
Nadie está seguro de cómo lucía este ser sobrenatural, de acuerdo a los mitos ésta parecía un troll, de una altura parecida al animal más grande conocido por el hombre en aquella época, de rostro monstruoso y de un fuerte deseo por probar siempre suave y tierna carne humana.
A pesar de las muchas fantasías que se hablaban de Grýla, se decía también que estuvo casada con otros monstruos, a quienes devoró, pero con su actual y último marido conocido, “Leppalúði”, un grotesco ogro, engendró diabólica descendencia.
De esta unión tan visceral, nacieron los “jólasveinar”, criaturas que durante la época navideña capturaban sujetos que obraban mal, siendo malvados con estos desafortunados.
Grýla en fecha de navidad era en donde, según el folclor islandés, salía con mayor frecuencia de su terrorrífica guarida, acompañada por su espectral y enorme gato, “Jólakötturinn”, para secuestrar a niños y así devorarlos después.
Sin embargo, también se decía que Grýla no sólo engullía infantes, sino también adultos egoístas y perezosos.
Islandia hasta un poco más allá del inicio del siglo XX era una sociedad que prácticamente vivía de la agricultura y de la caza, es por eso que esta criatura por bastos siglos atormentó a muchos humildes trabajadores y se hizo tan popular.
Los granjeros de antaños temían aquella supertición que auguraba que si holgazaneaban, eran injustos o que se vestían pobremente al ser sorprendidos por Grýla, ésta los secuestraría sin más.
Es por eso que en la nación de los volcanes, la gente tuvo por costumbre en navidad regalar ropa nueva para aquellos trabajadores que se esforzaban y así poder evitar ser llevado por el monstruo.
Aunque también existía otra manera de evitar ser capturado por Grýla.
Se rumoreaba que en caso de ser capturado por el monstruo era imprescindible siempre tener un objeto afilado con el cual podías hacer un tajo al saco y liberarte, ya que la confiada Grýla jamás esperaría que alguien huyera de ella.
Hasta el día de hoy es un misterio la naturaleza y el origen de esta leyenda que trascendió generaciones.
Grýla tal vez sigue devorando almas malas sin que nadie se de cuenta y sobre todo en estas fechas, donde las personas parecieran intentar actuar bien por apariencia y costumbre en vez de manera sincera y durante todo el año.
FIN.
Sábado, 14 de Diciembre de 2019
No olvides dejar tu like y seguir nuestra fanpage aquí. Si deseas ser parte de El Semáforo envía un artículo a elsemaforoquilpue@gmail.com y no olvides leer esto: