Previo a este artículo dos cosas: la primera, no soy crítico literario; y la segunda y muy importante, no soy lector ni consumidor del género de terror, así que si no me creen pregúntele a mi señora que siempre me trata de miedoso por eso.
Aclarado los dos puntos anteriores, lo que puedo expresar tras leer “Parálisis” de la gran escritora y amiga mía, Vanessa Giacoman es “guauuu“, en serio, no es broma.
Si eres de los que leen desde los ingredientes mágicos que posee una lata de spray para acabar con la vida de pobres insectos hasta textos tan complicados y abstractos que en ocasiones no llevan hacia ningún lado más que el mero ocio, te aseguro que iniciar una lectura en el campo de lo terrorífico a través del estilo literario de esta gran narradora-poetisa boliviana puede ser un gran inicio.
Cuando recibí Parálisis desde las propias manos de Vanessa quien se encuentra de visita en nuestro país, no sólo perpetuó una linda dedicatoria para mí sino también me comprometió a leer este libro para descubrir aquel género que siempre me fue bastante esquivo.
Por cierto, no esperen a que cite a un autor anglosajón o europeo que sea referente en el tema como para compararlos con Vanessa, para aparentar ser un gran lector o un catedrático de la materia, ya que eso no sucederá.
Esta obra que reúne diversos y breves cuentos de terror, once para ser exactos, nos adentra en un mundo en donde el sufrimiento, la violencia, el gore, el tabú sexual, las hipocresías y más defectos como horrores humanos son el paisaje habitual en un lugar en donde el sol no saldrá para dar la bienvenida a un nuevo y maravilloso día, sino más bien sólo servirá para dejar en evidencia la perversidad en su estado más puro.
Una de las costumbres literarias de nuestra anterior entrevistada, es justificar el porqué de las perturbadoras acciones de sus protagonistas, quienes actúan bajo el deseo de venganza y maldad propiamente tal.
Para ello Vanessa nos adentra en sucesos importantes (macabros) del pasado de los desafortunados que no lograron cicatrizar profundas heridas, también cuadros de bloqueos de los nefastos recuerdos o simplemente amnesia que permite en ciertos personajes padecer múltiples personalidades que ellos mismos se desconocen, a diferencia de los que jamás padecieron ningún daño de ese tipo en la cabeza y que desarrollan a lo largo de su vida vehementes impulsos asesinos.
Es así que puedes ir pensando, por lo que he escrito, que ella da vida y acción a sus personajes de acuerdo a la básica y lógica ley de causa-efecto, empero, déjame advertirte buen cristiano, que a Vanessa le encanta acabar con sorpresas, giros fantásticos y claro está, de la manera más espeluznante y perturbadora posible que no tiene que ver mucho con el principio expuesto líneas más atrás.
Por eso su literatura de terror en Parálisis atrapa, seduce y te somete a leer todo tipo de perversidades que pueden cometer los seres humanos, especialmente hombres, aunque dudo que a Vanessa poco y nada le importe aquella eterna discusión filosófica si el hombre nace malvado o se hace cruel por el sistema después, lo concreto, desde la literatura que nos plasma, ya sea de manera implícita, la escritora boliviana nos dice que cada persona tiene la capacidad de activar su perversidad sin importar el daño recibido, sin embargo no poseen la suficiente fuerza para detenerla.
Por otro lado, dentro de la perversidad del ser humano, también hay espacio para el amor(aquel tóxico, dañino y mortal) que logran experimentar los personajes, pero que aquel sutil y efímero erotismo de pronto se vuelve transgresor, violento y no apto a tus creencias católicas, más si eres de aquellos que asisten a misa o cultos religiosos, que desencadenan un terrible grado de lucha del protagonista dentro de su caótica mente que siempre se debate por el terrible actuar de sus acciones.
Parálisis de Vanessa Giacoman debe ser una obra que sirva de ejemplo en el género literario de terror, no sólo por lo ya mencionado, sino también porque su estilo narrativo es ágil, no abusa de la eterna y fastidiosa explicación del entorno físico o natural de los personajes ni rellena con asuntos olvidables de los secundarios que muchas veces nos hacen adelantar las hojas para saber qué pasa con nuestros protagonistas, quienes son los que realmente nos importan, aunque obviamos que su final será bastante trágico.
Este libro publicado por el Grupo Editorial Kipus es algo que recomendaría a todos aquellos que aman este género o desean incursionar en oscuros y tétricos paisajes que no terminan nunca con un “vivieron felices para siempre“, porque los protagonistas de Parálisis están condenados a padecer eternamente por la crueldad humana, como muchos en la vida real.
Viernes, 10 de Diciembre de 2021
No olvides dejar tu like y seguir nuestra fanpage aquí. Si deseas ser parte de El Semáforo envía un artículo a elsemaforoquilpue@gmail.com y no olvides leer esto: