Reseña sobre “Juan Salvador Gaviota”

Algunas veces, para los que amamos los libros, no sabemos o recordamos cómo llega un título hasta nuestros estantes o librería personal. No obstante, cuando descubrimos una obra que nos causa curiosidad, solo nos queda leerla de inmediato, antes de volver a olvidarla.

Esto me sucedió con “Juan Salvador Gaviota” o mejor conocida como “Jonathan Livingston Seagull” (1970) escrita por el estadounidense Richard Bach, obra que descubrí de casualidad entre tanto libro que poseo.

La fábula presenta a una gaviota, de nombre Juan Salvador, como protagonista, que causó mucho interés en su natal país, convirtiéndose en un boom literario no sólo para los estudiantes, sino también para el común de los norteamericanos.

En cuanto a la historia, y considerando que esto se escribió hace medio siglo atrás, Bach nos plantea una interesante idea sobre la libertad y la auto superación, protagonizada por una especial gaviota.

En una lectura, que no nos debería quitar más de una hora de nuestro tiempo y que no posee dificultad alguna, el autor incursiona en una curiosa antítesis: aves que no pueden volar.

Los seres humanos consideramos el hecho de volar como un acto de libertad, pero nuestro protagonista, pese a tener la capacidad natural de emplear vuelo hasta lo más alto del cielo, vive condenado a seguir la conservadora tradición de “La Bandada”, consejo de longevas gaviotas, que considera la vida de una gaviota como una banal existencia, que deben someterse a vivir un circuito que permita prevalecer la existencia del grupo, por sobre los sueños y anhelos individuales de algunas de estas costeras aves.

Por el contrario a lo común, Juan Salvador Gaviota sólo se enfoca en intentar perfeccionar su técnica de vuelo, gozar de la adrenalina que genera alcanzar increibles velocidades y auto superarse, dejando atrás esa idea impuesta por La Bandada que reitera que las gaviotas deben vivir para cazar pescados o mendigar las sobras de los humanos.

Desde esta observación, Bach cautiva al lector norteamericano que está viviendo el surgimiento de la música disco, el escándalo de Watergate, la guerra de Vietnam, el auge del cine porno en salas principales, el hippismo en su esplendor, legalización del aborto, muerte de Hendrix, Chaplin y Elvis Presley, etc., en otras palabras, se impulsa desde el apasionante discurso de la libertad, a través de un relato convertido en fábula.

Juan Salvador Gaviota no es sólo una gaviota más, sino también un símbolo “yanqui” que intenta plasmar el ideal de libertad ante los lectores del mundo.

Pero, regresando a este cuento, Juan Salvador sufre por la incomprensión de una rígida y ultra conservadora junta de gaviotas, que ante sus ojos nuestro protagonista no sólo se vuelve un díscolo o una gran vergüenza para su especie, sino también es considerado egoísta, iluso y merecedor de un gran castigo, para que el resto de las gaviotas no sigan sus pasos. Termina siendo desterrado del seno de las aves.

Hasta aquí, la fábula es muy buena, con un ritmo fluido, que nos muestra a nuestra gaviota superandose como ninguna otra, que es un verdadero ejemplo de tenacidad y enfoque, de ir en contra la corriente, que lucha contra el desprecio de sus pares, pese a tener todo en contra. Sin embargo, para mí, el cierre de esta surrealista narración no me dejo del todo conforme. Hasta cierto punto es decepcionante.

Cuando el relato comienza a convertirse en una analogía a ciertos pasajes biblicos, creo que el autor pudo haber hecho algo mejor para sostener esta gran historia.

Nuestro protagonista, a través de sus fabulosas alas, rompe el espacio-tiempo, alcanzando un desconocido lugar que a nosotros, los lectores, también nos cuesta entender qué está sucediendo, sin embargo, la idea del autor se empieza a notar cuando se hace uso de conceptos evangelizadores y surgen personajes secundarios con nombres demasiados evidentes.

Como mencioné atrás, a pesar que EEUU experimentaba una década liberal, en el fondo son muy conservadores y arraigados a diversas religiones, teniendo a Jesús y a Dios como pilares fundamentales, algo que se ve reflejado en la obra de Bach cuando Juan Salvador descubre que hay algo más supremo que batir constantemente su propio récord en el vuelo, como lo es “evangelizar” a otras gaviotas que padecieron el mismo sentimiento, para que éstas después puedan transmitir el celestial mensaje a otras.

Juan Salvador Gaviota literariamente hablando es un gran relato de cualquier manera. Tal vez no estén de acuerdo conmigo con la critica final, pero si desean leer una buena fábula esta es una interesante alternativa, que al menos a mí me entretuvo durante el viaje hasta mi trabajo e inspiró esta reseña.

Domingo, 18 de Diciembre de 2022

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