No recuerdo el año en qué llegó el libro “VII Certamen Universitario de Relato Corto”. Incluye. «60 respuestas a las 60 eternas preguntas del escritor novel» por Ariel Rivadeneira hasta mis manos, pero esta obra con el tiempo se volvió algo muy preciado para mí.
Sé que cada joven y viejo escritor, e incluso los que están entre el medio, poseen distintas técnicas, rituales, métodos y esas cosas a la hora de escribir o de no hacerlo, no obstante, escribir un libro para ayudar a otros, es simplemente genial.
El escritor argentino y autor de “Escribir poesía”, “El escritor y su oficio” o “Escribir literatura erótica” nos plasmó un verdadero y sencillo trabajo para tener en cuenta a la hora de elaborar nuestra propia escritura.
Lo primero que destaco son aquellas breves y pertinentes historias que nos va relatando a modo de ejemplificar cómo se va tejiendo un texto literario que puede surgir de la construcción de una simple idea u oración, que para ser más específico nos enseña en aquel proverbio que usó en su obra: “Una palabra dicha se convierte en un cuento”.
Acto seguido procede a contarnos el siguiente cuento: “Así, en la aldea se juntaban por las mañanas todas las mujeres en la orilla del río, y hablaban entre risas y trabajos. En una ocasión, una le dijo a la que tenía a su lado: «Mi marido me regaló unos pendientes de oro.» Esta le susurró al oído a otra mujer: «A Zulma, el marido le regaló unos pendientes de oro y brillantes.» «Qué suerte tiene ésa que nosotros no tenemos.», dijo esta última a otra, agregando un brazalete a la lista de regalos (…).
Como pueden apreciar, el escritor nos plantea que a veces algo tan simple como una frase o una oración puede convertirse en un gran historia si somos capaces de ver siempre algo más, como las chismosas del pueblo que lograron tejer una trama en donde el marido de Zulma se convirtió en el amante secreto de la princesa de Palacio. Increíble.
En segundo lugar y como sugiere el título de esta obra, la presentación de 60 respuestas a 60 preguntas “comunes” en noveles escritores también es algo que me encantó.
Dentro de esas 60 interrogantes, destaco:
- Tengo deseos de escribir. ¿Por dónde empiezo?
- ¿Qué es el tono narrativo?
- ¿Para quién se escribe? ¿El escritor debe pensar en el lector?
- ¿Cómo continuo lo que empecé?
- ¿Por qué adopto el estilo del último escritor que estoy leyendo?
- ¿Cómo generar y mantener la tensión?
- ¿Cuándo es bueno un cuento?
Lo que hace Ariel Rivadeneira en este aspecto es grandioso. Porque nos ayuda a replantearnos cosas, a ser más observadores y sobre todo aprender tips muy fáciles en aplicar en nuestros trabajos literarios.
También podemos considerar cada respuesta, dentro de estos 60, como “un mini capítulo” que el lector disfrutara porque de seguro encontrara más de alguna gran recomendación que le permitirá mejorar su estilo literario.
El único detalle que podemos entrar a discutir es si realmente estas 60/60 son las más comunes o si el escritor olvidó considerar otras inquietudes que tal vez hubieran sido mejor que las que ya escribió.
En lo personal, he releído este título en distintas oportunidades. La primera vez, mucho antes de ser un emergente escritor, luego un poco antes de publicar mi primer libro, posterior a eso volví a leer este libro después de haber disfrutado la experiencia de mi primer libro publicado y leído por distintos lectores. Ahora, me encuentro fortaleciendo mis debilidades literarias y regresé a este título no sólo para releerlo, sino también para redescubrir nuevas ideas.
Otro punto que me agradó mucho fue que Ariel Rivadeneira parafraseó a diversos escritores, algunos grandes y otros no tanto, pero en donde todos aportan con sus ideas por igual.
“Aprende a tener fe en tu propio juicio , a adquirir independencia interior, a confiar en que el tiempo dirá lo que es bueno y lo que es malo, incluso lo que hay malo en ti“, por Doris Lessing, o “escribo porque solo para eso sirvo” por Samuel Beckett, son algunas de las oportunas citas que empleó el autor, dentro de un gran abanico de éstas, para decirnos a nosotros, los noveles escritores, que no debemos desanimarnos, todos empiezan de la misma manera y la gran diferencia es que algunos siguen siendo constantes y practicando, mientras que otros prefieren dejar de insistir.
Por último, el amistoso formato físico del libro. Al ser un libro de dimensiones muy reducidas, casi de bolsillo, de fácil lectura, sin tantos odiosos tecnicismos, sencillas palabras, muy rápido de leer y como mencionamos párrafos más arriba que se puede abordar como por mini capítulos, hacen de esta obra un gran trabajo literario que muchos escritores deberían descubrir.
Miércoles, 24 de Enero de 2024
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