LA PAZ, Bolivia-. La primera entrevista de este año 2023 nos conduce hasta un vecino país, para conocer a una mujer que no satisfecha con la ropa que le ofrecía el mercado local, pensó que lo mejor para ella sería confeccionar su propia vestimenta y así surgió algo que April García jamás imaginó que experimentaría.
Gracias a nuestro querido y gran amigo Jesús Lazcano, joven poeta paceño, conversamos con su compatriota y hoy empresaria que ha creado su propia marca de ropa, ha llamado la atención de sus clientes o seguidores, y que sólo piensa perfeccionarse en este arduo rubro sin importar que tan difícil sea.
April García al saber que sería nuestra entrevista “107” ríe y augura que será el de la suerte, ya que para esta risueña mujer boliviana el optimismo lo vive a flor de piel y nosotros anhelamos contagiarnos de aquello.
-¿Cómo inició todo esto?
-En Bolivia no existe una carrera como tal de Diseño de Modas y todo esto inició en Pandemia cuando empecé a confeccionar ropa para mí porque no hallaba un estilo a mi gusto, en el momento de comprar.
-Como teníamos que hacernos “barbijitos”, pues a mí no me gustaba que simplemente sea una cosa blanca en la cara. Siempre me ha gustado los colores, el arte en general y mi cultura boliviana que siempre me ha fascinado.
-Yo estaba estudiando la carrera de Administración de Hotelería y Turismo en la Universidad Unifraz, pero a partir post Pandemia empecé a verme frustrada porque no había motivaciones, ya que mi carrera estaba muy muerta y paralizada. Veía el futuro de mi carrera muy pésimo.
-Sin embargo, a la par, yo siempre iba con emprendimientos relacionados con el arte. A partir de la creación de empresas ficticias, manejo de Excel, manejo de Marketing y manejo gerencial, entre otras materias. Entonces, desde el inicio de la carrera las refería a este tipo de actividades que me gustaban mucho. Y en la Pandemia empecé hacer ropa para mí.
-Post Pandemia comencé a ganar. Me llegaban propuestas. Había personas que venían y me decían: – “Che, me gusta tu chaqueta. ¿Por qué no me la haces a mí? Pero, de tal color”-.
April García recuerda con bastante humor los primeros trabajos, a los cuales catalogó como “monstruos”, en donde lo importante era aprender, sin importar la pérdida de tela.
Con el tiempo fue perfeccionado la técnica y los recursos a su alcance le permitieron realizar distintas colecciones que sorprendieron a la propia emprendedora que no era capaz de creer todo lo que ella había realizado, desde la autogestión, cuyo proceso lo considera como uno de los mejores en su vida que no estuvo exento de fallas, aprendizajes y más.
-¿Con qué tipo de telas y herramientas trabajas?
-Los materiales que más uso, para los productos que más salen (mochilas y bolsones) son de tela bayeta de la tierra, bayetilla de la tierra y tocuyo. Estas primeras dos telas que te mencioné, son similares al aguayo. El aguayo también es algo que uso en todo.
-El aguayo es una tela que usan las mujeres acá, las “Cholitas”, en la parte superior y se usa para muchas cosas. El Aguayo tiene confeccionado los bordados y las figuras.
-Las polleras utiliza la tela bayetilla que si bien es parecida al aguayo, se diferencia en que sólo es de un color y que es usado en la parte inferior como una especie de falda y apomponada que acá, en Bolivia, es cultural desde hace mucho tiempo, que viene desde la época de la Colonia. La mujer Cholita es campesina, se podría decir, con raíces indígenas.
-Ese material es como muy autóctono de su país.
-Sí, exactamente, nacional. El tocuyo, por ejemplo, es una tela que me gusta usar bastante y es que esta tela esta hecha en base de hojas de plátanos. Entonces, es una tela ecológica, biodegradable. El empaquetado, de igual manera, es de papel craft, y con una soga que es del mismo material.
-Cuando decías que te auto promocionabas o no encontrabas nada que te gustara ¿es por qué el comercio en tu país es muy limitado?
-Acá la ropa es vendida como copias a full. Sale un jogger y ya está en la intendencia, entonces vas a encontrar ese jogger “caqui” en todos lados y en todos los tamaños. Se hace ropa de manera industrial. Entonces, todo el mundo se viste igual, con chaquetas negras y jeans.
-Y yo siempre he sido súper colorida: aquí mi arete azul y por aquí una traba, no sé, ¿me entendés? Entonces, no encontraba ese mercado.
April García comenzó auto promocionándose luciendo sus propias creaciones, lo que llamó la atención de sus primeras clientes: sus compañeras en la universidad. Gracias a esa gran personalidad de nuestra entrevistada no tardó en llamar la atención y eso la condujo a un siguiente paso.
Ella creó una página web en donde comenzó a potenciar una marca, gracias a la persistente ayuda de un amigo de aquel entonces, de esa manera nació “A.G. Chic Andina”, un espacio digital orientado a presentar todo el catálogo de ropa creado por April García.
Principalmente arraigado en Facebook, la joven emprendedora considera un mercado potencial emigrar hacia Instagram como a la plataforma china de TikTok, que le permitiría ser más visualizada, a través de las redes sociales.
Desde la pasada frustración desde el inicio de la Pandemia a crear todo un nuevo mercado, April reconoce que ha sido maravilloso para ella presenciar como las personas disfrutan de sus productos y además, disfruta más el hecho que en la mayoría de la ropa que ella vende intenta bordar una frase de empoderamiento femenino, sobre todo en mochilas y en los bolsones, que en algunos casos perpetúa “Brilla, tú eres arte”, “Brillando como el sol”, “Tú eres magia” y algunas frases típicas que a la gente le encantó.
Arte, tendencia, cultura y originalidad, son los elementos que April García recalca e intenta plasmar en cada uno de sus trabajos que ella misma aclara es diferente del otro, no repite los productos, porque a ella le nace combinar distintos elementos para generar algo exclusivo.
Gracias a las ventas de sus creaciones y diversos concursos, April logró obtener algunas máquinas como una bordadora que deberá aprender a usar lo más pronto posible, una colleretera que no sabe para qué sirve reconociéndolo entre risas y que según Google sirve para acabar y recubrir los bordes de las telas elásticas.
Pese a esta buena noticia que le permitirá impulsar aún más su negocio, ella reconoce que no podría realizar todo el trabajo y que está evaluando incorporar a dos costureros y a un bordador, algo que nunca imaginó hacer un par de años atrás, cómo lo es poseer su propio negocio y contar con subalternos, para dar trabajo a otras personas que lo necesitan.
-¿Existen algunas ayudas estatales en tu país para las emprendedoras como tú?
-Te cuento. Hay créditos, pero siento que el Gobierno no impulsa talleres, cursos gratuitos y son más como ONG las que incentivan.
-Por ejemplo, tuve que congelar mi carrera universitaria para estudiar en un Instituto que impartía la carrera de Confección Textil a nivel técnico-básico. Entonces, sí me dieron este beneficio de ganar máquinas, después de presentar mi plan de negocios, que me ayudó a crecer más.
-Era lo que necesitaba, porque es difícil empezar de cero, no tener capital y más si eres joven.
-¿Qué cosas te llamaron la atención visitando mi país?
-Vi mucho consumismo y sin importancia. Y eso para mí es importante, porque necesito expandirme. También noté que el mercado en mi país como en Chile es igual, porque todo es lo mismo en shoppings o tiendas. Los colores son neutrales, algo razonable para las grandes marcas.
-Allá en Chile, la ropa que yo mostré, lo hice pensando que iba a viajar a ese lugar, confeccionado ropa de playa y que iba a veranear, entonces si vi que puede re pegar por el calor, el estilo, los colores y analicé ese mercado para llevar a mediados de año productos, que sería la primera salida de mi país, para hacer la prueba.
-¿Cuáles son tus colores favoritos a la hora de crear?
-¡Uy! A mí me encanta los colores vivos, fuertes, los que ves en la naturaleza, esos colores neones me encantan más que todos. Y ¿sabes por qué? Porque son los colores que tienen mi folclore, el de mi país, es tan colorido y eso es lo que me inspira hacer mis colecciones de ropa.
April García crea ropa para disfrutar de los colores vivos, no de los colores muertos, crea ropa para celebrar la cultura de su país que tanto ama algo que al parecer a nuestro vecino país inculcan bastante a diferencia del nuestro.
Mientras está por terminarse esta conversación, la joven autodidacta y emprendedora confirma que su propuesta artística y comercial está pensada en sus inicios para ella, luego vino un público femenino por consecuencia, pero nos revela que hombres también le solicitaban algún producto exclusivo, algo que la sorprendía bastante cuando analizaba las estadísticas de su página y descubría que la demanda por ropa masculina no era tan abismal en comparación a la femenina.
Por esa razón April está consiente que debe adquirir nuevas destrezas para satisfacer aquella demanda que no esperó desde un comienzo, pero que por el momento el sello de su marca es ropa femenina y juvenil.
Nuestra entrevistada piensa en grande. No sólo desea abarcar otro mercado, en un país vecino, tampoco se quedará tranquila con adquirir las destrezas que requiere para conquistar un público masculino, sino también desea crear zapatos y considera neutralizar su marca para abarcar a futuros clientes de diversas edades y géneros.
Siguiendo a su corazón, aprovechando que la vida le brindó una oportunidad y que ella tuvo la capacidad de darse cuenta de eso y además de enfrentar a su familia que tal vez esperaban algo diferente de April, ella es un claro ejemplo de esfuerzo, constante aprendizaje y de auto superación, porque nuestra entrevistada no sólo piensa en la expansión de su negocio, sino también estudiar otras carreras que le permitan perfeccionarse y para eso, sueña irse a España, para estudiar la carrera que tanto anhela, y por supuesto dejarlo todo, en la carrera de Diseño de Modas.
Jueves, 19 de Enero de 2023/Entrevista #107
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