El actual Presidente, Sebastián Piñera, brindó su penúltima cuenta pública marcada por la pandemia, la reciente derrota política de la derecha por el 10% y a pocos meses de la primera conmemoración del 18-10 que mató a un gobierno mucho antes de lo pensado.
Como siempre en este tipo de acto político ya tradicional en nuestro país, salvo por la fecha, la comunidad espera ansiosa por escuchar ciertos anuncios y también se espera la omisión de algunos temas que generan más ruido que los propios anuncios.
En cuanto a su discurso en el Congreso Nacional en Valparaíso de acuerdo a los cuestionados protocolos sanitarios, el mandatario vociferó aquellas palabras que una y otra vez reitera adonde sea que vaya como que “son tiempos difíciles”, y recalcó tres desafíos urgentes por superar en donde dos son económicos y uno sanitario, aunque todos están relacionados entre sí.
Es en este incierto escenario económico tanto nacional e internacional que Piñera destacó la relevancia de aprender a convivir con el coronavirus, ya que el Presidente nos hace entender que es importante recuperar la economía lo antes posible apostando por el programa “Paso a Paso” que intenta desconfinar a miles de chilenos de sus hogares esperanzado a que éstos no se contagien “demasiado” para que impulsen la economía del país. ¿Contagio progresivo es igual a crisis sanitaria controlada? ¿Ustedes qué opinan?
De todos modos el Presidente, junto a sus ministros y el Gobierno están impulsado la medida Paso a Paso en diversas carteras (salud, trabajo, deporte, etc) para intentar regresar a una normalidad en donde países de primer mundo lo intentaron hacer y ahora están experimentando sorpresivos rebrotes, como fueron los casos en Australia, Nueva Zelanda y Alemania, por ejemplo.
Entonces llama la atención cuando en plena crisis Piñera anuncia que Chile a partir de hoy, 1de agosto de 2020, iniciará un proceso para incorporar tecnología 5G con el fin de convertir a nuestro país en pionero en América Latina cuando ese asunto ya está generando una crisis diplómatica entre Brasil y EEUU, dado que los norteamericanos amenazan a los brasileños con graves consecuencias si negocian con China ese asunto.
En un momento en que el IFE no llega correctamente a los beneficiarios, en donde el famoso bono de $500 mil pesos para la clase media aún es confuso, en donde la entrega de canastas familiares generó todo tipo de criticas, en donde aumentó el nivel de desempleo formal y en donde no se sabe a ciencia cierta cuándo regresaremos a la normalidad ¿Qué necesidad tenemos para incorporar tecnología 5G comprendiendo el enorme gasto fiscal ante las urgentes necesidades de nuestro país para terminar viendo Netflix con mayor rápidez?
Es por esa razón y otras en especial en que el discurso del Presidente ha sido criticado, no sólo por ser frío y una enumeración de propuestas (algunas ya conocidas como Fin del Sename, Llamado a la Unidad, Araucanía, Plesbiscito, etc.), sino también por carecer de autocrítica y poco cercanía con y para la comunidad.
Aún sigue vandalizando las cuestiones sociales, criticando el populismo cuando proviene de la oposición, desafía a sus detractores omitiendo disculpas públicas que estaban escritas en su extensa carta y que decidió no leer a todos los chilenos, todavía no se sabe quién dejó ciego a Gustavo Gática ni a Fabiola Campillai, no menciona reestructuración en Carabineros ni mucho menos hizo alguna mención del CAE que ha sido todo un tema este año.
El Presidente está más solo que nunca y no aislado por el coronavirus, sino por su propio sector que está quebrado en distintos bandos, algunos de ultra derecha que claman que el legado de Pinochet no se quiebre y otros que no desean ser relacionados con Pinochet para parecer más atractivos en los votantes.
Este discurso tuvo la oportunidad de generar algo, tal vez a favor de las próximas encuestas aunque no sabemos en qué aspectos o puntos, pero Piñera terminó perdiendo una oportunidad más, dado que el fervor y la indignación en nuestro país sigue siendo muy grande, a pesar que los del #Rechazo digan lo contrario, se avecina por consecuencia otra posible derrota para este noqueado Gobierno en las urnas en octubre próximo que seguramente terminará por dejarlo tumbado sobre la lona.
El discurso del Presidente en esta ocasión claro que fue especial y diferente, marcado por un tema que el mundo jamás olvidará, ya que por primera vez todos tenemos el mismo problema, salvo que estamos en un Chile en plena crisis social y eso mató a este Gobierno mucho antes que la propia pandemia que en el oficialismo se implora por una cura, mientras agoniza lentamente sin importar nada.
Sábado 1 de agosto, 2020