Recuerdos de una tragedia: la historia de Ralph

LONDRES, Inglaterra-. Como buen inglés llegó puntual  “Ralph” acompañado por su hijo mayor, David, quien producto de su avanzada edad ya no se puede andar moviendo solo en plena capital del Reino Unido.

Ralph me citó en un hermoso restaurant con una vista espectacular del maravilloso Palacio de Westminster, algo que agradecí muchísimo y después de habernos presentado, su hijo nos dejó para sentarse en otra mesa para poder darnos la privacidad que requerimos, ya que a pesar de los años de mi entrevistado, él se encuentra bastante lucido y con muy buena salud para mantener una conversación en donde espero responda mis preguntas.

Reconozco que esperaba a una persona que transmitiera lúgubres sensaciones, pero por el contrario Ralph es bastante cordial y de una permanente sonrisa, quien no paraba de contar divertidas historias rematando cada frase con un “a ti también te va a suceder cuando llegues a mi edad”.

Por si no lo saben, corría el año 1945 y mi entrevistado (de doce años) abordó un avión que lo trasladaría hasta otro lugar, pero fue derribado o sufrió un fallo mecánico (algo que jamás se aclaró) que provocó un aterrizaje de emergencia en una isla inhóspita, en donde el único en morir al instante fue el piloto de la nave y el resto de los tripulantes, niños, lograron sobrevivir de milagro.

Aquella historia se hizo mundialmente conocida por la prensa amarillista británica como “el caso de los niños salvajes”, sin embargo antes de ser rescatados los infantes vivieron todo tipo de eventos que con el paso de los años fueron revelando, algunos para dar a conocer su versión de los hechos, otros por fama y dinero, sin embargo hubo uno que jamás contó su versión del suceso, ya que sólo se dedicó en afirmar o negar la versión de los otros y que ahora, antes de morir, desea dar un repaso a lo que vivió en aquel infierno como alguna vez mencionó.

Todos los protagonistas de la tragedia aseguraron que Ralph se convirtió en jefe democráticamente,  también contaron que Jack se volvió su principal enemigo, Piggy su mejor amigo y que nuestro entrevistado se esmeró por mantener vivo un fuego para que se convirtiera en una vital señal de rescate que guiara a sus salvadores, pero lo más llamativo de esta historia es que los niños decidieron que una caracola sería el instrumento que permitiría dar la palabra y que también se volvió el símbolo de civilización, orden y leyes hasta que la anarquía y el caos se apoderó de la isla.

-¿Cómo se sintió al enterarse por la prensa que  hace algunos meses atrás  usted se convirtió oficialmente en el último sobreviviente de aquella tragedia que conmocionó a todo un país?

-Para nada fue un honor, señorita. Siento que es una maldición que gané cuando, por avatares del destino o mera fortuna, tuve la suerte de ser encontrado por aquel marinero, quien por ser tan sólo un adulto logró calmar a un sinfín de niños “salvajes” que sólo deseaban alcanzarme para asesinarme.

-Jamás he podido olvidar aquella sensación de angustia, temor, pánico y esos sentimientos tan negativos que me provocaron aquella desgraciada experiencia en esa isla que convirtió a un inocente grupo de niños en algo que superó toda lógica y racionalidad posible…en otras palabras, desatamos lo peor del ser humano.

-Así que todos aquellos que compartieron esa  traumática experiencia y lograron partir de este mundo antes que yo son muy afortunados, porque  yo aún tengo que vivir con aquel doloroso recuerdo de las atrocidades de las que fuimos testigos como protagonistas.  A veces despierto en plena madrugada tras una pesadilla, en donde veo a Jack, Roger y otros “cazadores” intentando clavar sus lanzas en mí.

-¿Piensa que su destino era caer en aquella isla o se pudo haber evitado?

-Jajaja. Después que se supo sobre nuestro trágico incidente, comenzó  a surgir todo tipo de noticias, chismes o cosas parecidas en cuanto a lo que provocó el accidente . No sé si todas las cosas que se hablaron eran ciertas o mentiras, pero lo cierto es que nuestro vuelo se atrasó dos horas, tal vez eso influyó ¿quién puede negarlo? Después me enteré que el avión presentaba fallas mecánicas y no superó una revisión mecánica como también que el piloto había sido advertido de evitar aquella ruta aérea, en fin, un sinfín de sucesos que jamás se podrá afirmar que sí o que no. Tal vez se pudo haber evitado que nuestro avión cayera, aunque ya pasaron más de cincuenta años ¿y eso qué importa ahora?

-¿Por qué decidió hablar ahora y no antes?

-Porque no tenía ninguna obligación o necesidad al principio. Si bien siempre dije que no me importaba si hubieron personas que aprovecharon esta tragedia para hacer dinero era porque no tenía nada de malo después de sufrir las cosas que nosotros vivimos, creo que algo bueno tenían que sacar de todo esto, pero lo que no podía tolerar eran ciertas mentiras que se decían de chicos como Simón, los mellizos o de mi gran amigo Piggy, por eso en vez de dar un testimonio simplemente me pronunciaba con un sí o un no, de las cosas que otros decían. Tampoco imaginé que mi palabra se iba a volver tan determinante en algunos casos.

-Además, a mí me costó mucho tiempo superar todo lo que vivimos en aquella isla. No es fácil incorporarse a esta sociedad cuando viviste en otro “mundo”, después de sobrevivir a un trauma que te marca para siempre la vida. Tienes a Jack, por ejemplo,  a pesar que muchos lo mencionan como un jefe fuerte, líder y esas cosas, la verdad es que por dentro tenía tanto o incluso más miedo que yo, y fue lamentable saber que se suicidó en la marina. Para mí, siendo muy honesto, su muerte no me entristeció, porque siempre afirmé que él fue responsable de la muerte de aquellos niños en esa isla. Debió sufrir mucho me imagino. No sé si él tuvo la misma oportunidad que yo para superar aquella tragedia, pero al parecer no.

-En cierta medida, usted dice que su muerte fue justa.

-Más que justa o no, pienso otra cosa, que asumió finalmente su responsabilidad en la muerte de Simón y Piggy, como de haber envenenado la mente de muchos chicos. Aquí, en nuestro país, no podía ser juzgado porque en el caso de Simón todos los niños, incluso yo, declaramos que nos confundimos en aquella noche de intensa lluvia en donde en aquel “ritual” creíamos que se trataba de una bestia. En el caso de mi amigo Piggy, Jack no fue quien lanzó la pesada roca sobre la cabeza de él, sino fue Roger, aunque éste lo hizo debido a que Jack infundió en él oscuras y retorcidas ideas. Así que para la “justicia”, esa de los tribunales, la prensa o la opinión pública, Jack no fue el autor propiamente tal, aunque todos coincidieron que lo fue desde su puesto de jefe de un grupo opositor a mi “gobierno”, tal vez esa idea retumbó más fuerte en los pensamientos de Jack que una condena porque lo hicieron sentir el máximo responsable en la pérdida de dos vidas humanas.

-¿Usted logró realmente salir de esa isla?

-Jajaja. Discúlpeme si me he vuelto a reír. ¡Vaya pregunta señorita! Muy metafórica. Una parte de mi ser quedó atrapado en aquella isla, donde murió mi total inocencia, parte de mi humanidad, amigos y sobre todo, ese sentimiento de una utopía humana desde un nuevo comienzo.

-Por esa razón estudié psicología, para poder hallar una respuesta a cómo superar una situación tan traumática, aunque también  me sirvió mucho la iglesia, mi familia y amistades, finalmente entendí  que la isla iría a todas partes conmigo, que jamás podría separarme de ella, que está en mis venas en estos momentos incluso la siento más real que mi propia sangre.

-La isla siempre regresa a mí, de alguna manera u otra. A veces a través de mis sueños o pesadillas, por la celebración de algún aniversario en “honor” a nuestra desgracia, rescate, conmemoración de la muerte de mis amigos…uff, por hablar de eso con usted ahora, ¿entiende? No puedo creer en ocasiones, que una pequeña parte de mi vida, muy pequeña, la pasé en una isla que estaba poblada por jabalís, gallinas y otros animales en su estado más salvaje y puro, sin embargo pareciera ser que ese efímero momento, fue más importante y relevante que todos mis años asentado en mi propia ciudad.

-¿Recuerda los primeros días en su casa después de ser rescatado?

-Fueron terribles. Tenían que doparme para poder descansar. Creía que Jack llegaría en cualquier momento con su grupo de cazadores para terminar el trabajo. Si mi mente no pensaba en eso, lloraba por Piggy, por Simón y otras cosas que me superaban. Para mi familia fue una carga muy pesada por muchos años porque no me pude incorporar al colegio, de hecho mis padres me retiraron y tuve que empezar a tomar lecciones particulares porque no era capaz de enfrentar a un grupo de chicos.

-Pienso siempre en Piggy, sus palabras, su sabiduría, creo que cada chico representaba una cualidad del ser humano, si tuviera que referirme a mi amigo Piggy, él era el más sabio, inteligente y esas cosas, aunque en aquella isla se necesitaba fuerza, valor y liderazgo, algo que carecía por completo un chico gordito, quien usaba gafas por ser costo de vista, que padecía de asma y para cerrar, generaba la burla de todos, incluso entre los “peques”. Creo que Piggy merecía más que aquel trágico final. No sé si Roger se habrá arrepentido de lo que le hizo, espero que sí, aunque yo no sufrí para nada cuando me enteré de su trágico desenlace. De alguna manera, quienes sobrevivimos a esa calamidad y éramos los más “pacíficos”, por decirlo así, vivimos muchísimos años más que aquel grupo de cazadores que fueron pereciendo por distintas causas, todas violentas por cierto. De alguna manera, pagaron todo el daño que causaron en la isla.

-¿Creen que los medios de comunicación fueron muy morbosos con su caso?

-Ellos solo hacían su trabajo: buscar una historia para vendérsela a millones de curiosos. Si no era nuestro caso, de seguro aparecía otro y vaya que aparecieron. En ese tiempo no era como ahora, con eso del internet, teléfono o cable, todo era más lento, relatado de manera oral, en otras palabras, no se cuestionaba mucho el periódico o la revista, porque se presumía que todo lo que se publicaba era verdad.

-Por supuesto, me enteré de historias muy falsas, algunas que no me parecieron nada de gracioso o simplemente las ignoraba porque las encontraba muy burdas, alejado de lo que realmente vivimos en ese periodo de tiempo.

-¿Recuerda alguna?

-Déjame recordar…jajaja…como puede apreciar ya estoy muy viejo. Si no mal me equivoco apareció en cierto periódico una fake news en donde se aseguraba que nosotros, los niños, asesinamos al piloto del avión por las causas que te puedes imaginar. También se inventó que en la isla había un sector colonizada por niñas, con quienes mantuvimos rencillas  y esas cosas. Pero, lo más absurdo que leí, hasta escribí una carta al director de ese diario, fue cuando se dijo que en aquellos “rituales” los niños más grandes se aprovechaban de los “peques” sexualmente. Eso me indignó bastante.

-Puedo nombrar muchas series, películas, libros, etc., o incluso sucesos similares a lo que usted y el resto de niños padecieron en cuanto a…

-Por supuesto que sí, primero porque es un hecho que perfectamente puede estar ocurriendo en estos momentos en algún rincón del mundo, en donde nuevamente aparecerán un Jack, Piggy o un Ralph intentando ser el pilar de un grupo de angustiados que no sabrán que hacer en los primeros momentos en un lugar perdido del planeta.

-También he visto muchas películas, leí libros, creo que vi series como me he enterado de noticias similares a lo que nos sucedió, pero deseo destacar una obra en especial que llamó profundamente mi atención. “El señor de las moscas” de un gran escritor británico llamado, si no mal recuerdo, William Golding, fue una lectura que me atrapó.

-La historia se trata sobre un naufragio, en  pleno corazón del océano, en donde unos niños apenas logran salvarse tras usar unos botes de emergencia, desconociendo que ocurrió con el resto de los tripulantes. El asunto es que los chicos muy nerviosos, asustados y esas cosas, en vez de haberse organizado bien una vez que calaron en una isla, que parecía ser bastante tropical, prefirieron actuar de manera individual,  así que peleaban entre ellos por los “territorios” que colonizaron en cada rincón de la isla y permanecieron así por bastante tiempo, hasta que uno de ellos fue encontrado muerto por una misteriosa “bestia”.

-La manera en cómo el autor narra cómo los chicos organizaron su territorio-estado y cómo al descubrir uno de ellos el cadáver de un desafortunado permitió alentar al resto ante el peligro latente, quienes después decidieron por primera vez trabajar en conjunto, compartir la sabiduría que habían conseguido de manera individual con el resto, reflejó para mí las mejores características de los seres humanos como lo es la cooperación, el bien común y sobre todo, el deseo de proteger al prójimo.

-Por supuesto la gran prueba de fuego de la obra y que permitió brindar aquel punto de exaltación es cuando los chicos, trabajando en equipo y creyendo en cada uno de ellos, lograron dar muerte a la terrible bestia que tanto los atemorizaba. Para mí, es todo lo contrario a lo que vivimos, ya que comenzamos creo que bien, pero por alguna u otra razón, todo se fue derrumbando.

-Hasta el punto en que a usted casi lo matan, por ser esa “oposición” que tanto Jack se encargó de transmitir a sus adeptos, considerándolo como un peligro en su territorio-estado.

-A muchos chicos los conocía desde la escuela, algunos más que a otros, ya sea de vista, porque compartimos ciertas clases, juegos y esas cosas, pero como se comportó Jack en aquella isla no era la manera en que se comportaba en la escuela, según recuerdo.

-En la isla afloraron todos sus instintos más salvajes, los que poseemos al ser partes de esta misma naturaleza en donde algunos consideran que pertenecemos a otra especie que no tiene nada que ver con los animales, flora y esas cosas.

-Si bien te dije que asistía a la Iglesia, después de haber regresado con vida de la isla, lo cierto que con el paso de los años me hice ateo porque no concebía en mi mente como un dios cristiano, consideraba poner a prueba a un grupo de niños ( muy pequeños )a tal rigurosa situación. ¿Acaso aquel dios era una ser sádico, morboso y lunático que se deleitaba con el terrible sufrimiento que padecíamos? ¿Con qué fin? ¿Por qué precisamente nosotros?

-Jack se sintió un ser divino, pero fue uno bastante tirano, dictador y cruel. El poder que le otorgaron el resto de los niños revolucionó cada una de las moléculas de su cuerpo provocando que se desquiciara con la idea de que él siempre tendría la razón y si no, impondría la fuerza que estaba de su lado para que así fuera.

-Como lo que aconteció con Piggy, una muestra de lo que usted menciona.

-Jack se suicidó creo que siete años después de ser rescatado, como te dije, dándose un balazo en el cráneo cuando tuvo en su poder un arma de fuego con munición real. Pienso que su única motivación de haber ingresada a las filas armadas era poder tener esa oportunidad a su alcance y así “pagar” por el daño que causó.

-Cuando aquel marinero me encontró, recuerdo que pronuncié pocas palabras y me ahogué en un llanto incontrolable, algo que contagió a esa manada de niños-salvajes que me perseguían con todas sus fuerzas para asesinarme. Cuando el marinero entendió la situación, creo que comprendió que no estábamos jugando a los indios y esas cosas, llamó a un compañero de la tripulación, quien también fue testigo de nuestro renacer como “seres civilizados”.

-No nos fuimos de inmediato, porque parte de la tripulación tuvo la tarea de buscar a todos los niños posible y por supuesto, los restos de Piggy y Simón, aunque el de éste último era algo imposible, al menos mi amigo Piggy tuvo la oportunidad de ser enterrado en un lugar en donde toda su familia como amistades pudieron despedirse de él, según la creencia católica que tanto creen.

-En aquel viaje de retorno a la civilización, tuve la fortuna de mantenerme aislado del resto de chicos, porque aún estaba todo muy fresco en cuanto a lo que te he dicho. No vi a Jack, Roger, a los mellizos y  a los demás, me quede con mis perturbados pensamientos llorando por todo el horror que había vivido, lamentado la perdida de mis amigos y maldiciendo a dios, la vida o el destino por lo que me había tocado vivir.

-Al parecer, ningún chico de aquella tragedia logró concretar una vida más o menos normal o feliz después.

-No sé por el resto, al menos en mi caso intenté tener una vida más o menos normal y feliz. Soy un agradecido por supuesto. Tuve la oportunidad de comenzar de nuevo, estudié, me casé, tuve familia y ahora soy un feliz abuelo que celebra que mi club de toda la vida, el Chelsea, se haya coronado campeón de la Champions League por segunda ocasión.

-Curiosamente Gran Bretaña también es una isla, pero no inhóspita, sin reglas y  esas cosas, en donde si bien es caótica y posee ciertos grados de horror, es un lugar en donde al menos sé que no me seguirán cazadores jajaja Es increíble pensar cómo la falta de civilización, tal cual la conocemos, puede cambiar de la noche a la mañana de un lugar a otro, cuando tienes la oportunidad de ser quien la imponga o ejecute. Nosotros éramos unos niños que no tardaron en entender que la máxima autoridad que se presenciaba en esa isla fue Jack, yo y la caracola.

-¿Es cierto que publicará un libro en cuanto a lo que usted vivió?

-Sí. De hecho su lanzamiento será en tres meses.

-¿Puede adelantarnos un poco de aquel material ahora?

-A diferencia del libro “El señor de las moscas” pretendo dar una mirada más pesimista del mundo, reflejar la maldad humana que hay en nuestros corazones cuando se nos brinda la oportunidad para hacerlo. Reflejaré en cada persona una cualidad, la cual tuve todo el tiempo del mundo para meditar, pensar y creo que no soy capaz de los contrario por la experiencia que he vivido.

Sábado, 28 de Agosto de 2021 / Entrevista Imaginaria #3

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