El legendario filósofo prusiano y pensador europeo, de la época de la Ilustración, Immanuel Kant perpetuó que “el sueño es un arte poético involuntario“.
Considero al sueño como una puerta a otro mundo que nos permite vivir un sinfín de posibilidades, pero por lo general asociamos a los sueños con mensajes, que nuestro subconsciente intenta decirnos, más que un acto poético imvoluntario.
Hace pocos días soñé que contemplaba majestuosas ballenas, azules y muy grandes, en las costas de Valparaíso. Por supuesto eso despertó mi curiosidad porque, en primer lugar, jamás había soñado con cetáceos, y en segundo lugar, el significado de su aparición en mis sueños, de acuerdo a lo que investigué, es positivo.
Además, antes o después, no recuerdo bien, también había soñado que yo cargaba, entre mis brazos, a un bebé risueño y hermoso, aunque para mí ese sueño para nada nuevo fue, aunque la interpretación de aquel sueño posee una semejanza al anterior en cuanto al deseo de explorar nuevos horizontes, recibir buenas noticias y/o experimentar grandes cambios personales.
Luego de estar estancando en un trabajo por años, ahora mi vida gira en torno a lo que siempre mis sueños me intentaron decir: experimentar una aventura sin miedo al resultado, que sea lo que Dios quiera, como debió ser hace mucho tiempo, aunque por tener miedo y ser conformista no me atreví a vivir el sueño.
De igual modo nunca dejé de soñar a lo largo de estos años y nunca dejaré de hacerlo, tal vez es por eso también que soy un escritor, aunque ahora estoy muy lejos de concluir este escrito con una linda, apropiada y propia frase de sueños.
Domingo, 8 de Agosto de 2024
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