Estamos viviendo un momento histórico que esperamos se concrete al fin, luego de cientos de batallas y frustraciones, aquella promesa de un profundo y gran cambio en las AFP que estamos viviendo a flor de piel en estos momentos, se aproxima ya en el horizonte.
(Antes de continuar, aclaro que no soy experto en economía y por esa razón no entregaré datos duros, y si desean aquello o descubrir cómo este posible retiro del 10% de nuestros ahorros va a derrumbar la economía del país, pues deberán descubrirlo en sitios webs más especializados)
En una situación sanitaria critica que ha afectado la remuneración de trabajadores formales e informales en todo el planeta por igual, abrió esta oportunidad única para dar un golpe a una de las instituciones chilenas que muchos creyeron intocable para toda la eternidad y de paso ayudar los alicaídos bolsillos.
Si bien existen casos aislados en donde los pensionados han logrado retirar parte o la totalidad de su dinero ahorrado, como lo es el caso de la profesora de Antofagasta María Angélica Ojeda, el sistema creado por José Piñera y amigos, durante la dictadura militar, a través del Decreto Ley 3500 ya no es capaz de sostenerse por moral (si es que la tuvo) ni mucho menos por insatisfacer las necesidades de millones de pensionados.
Porque estamos de acuerdo que este sistema de Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) ha sido un rotundo fracaso el cual ha sido criticado incluso por miembros políticos de la Derecha (quienes supuestamente siempre han estado a favor, sin cuestionamiento alguno) y que ahora se tambalea en un camino bastante incierto y quejumbroso.
Pienso que no importa si he reunido menos de veinte millones de pesos, no importa si después inventan una fórmula para quitarme más plata del sueldo bruto y no importa que políticos y empresarios (pro AFP) consideren que muchos chilenos presionan a los congresistas, ya que lo importante acá es que de una buena vez , todos los chilenos tengamos el libre derecho de poder usar nuestro dinero ahorrado en el momento que consideremos oportuno.
¡Quiero mi 10% por ciento! No sólo para joder al sistema, no sólo por el populismo reinante y no sólo por abrir aquella puerta para un cambio más relevante, lo quiero porque es mi dinero simplemente y estoy harto del oscuro negocio de las AFP a consta de nuestro trabajo.
Si este sistema de AFP hubiera sido más justo, transparente y sobre todo “consiente” de su rol social (más allá de lo económico) creo que las personas tendrían otra mirada, pero ya está instaurado en lo más hondo de todos nosotros que este sistema es bastante usurero.
Así que espero poder retirar mi 10% del ahorro del fondo de pensiones, siempre esperando muy desconfiado por la letra chica que impondrá nuestro honorable Presidente, Sebastián Piñera, quien ya está re inventando bonos para calmar las aguas que hace tiempo rebalsaron la tolerancia de todos nosotros.
Sé que nuestro país no será más feliz cuando se terminen las AFP y seguirá existiendo una gran brecha social como los mismos problemas de siempre, sin embargo se dará otro duro golpe hacia aquella herencia de la dictadura que nos ha llevado hoy a protestar por pensiones más dignas y justas.
Desde su creación como tal (de antiguo reparto de pensiones a las AFP) ya cumplirá casi 40 años en donde considero tuvo el tiempo suficiente para demostrar que era lo que Chile justamente buscaba en materia de jubilación y que por el contrario, demostró ser otro instrumento más de desigualdad en nuestro país que debe acabar.
Reitero que deseo mi 10%. También deseo que se acabe las AFP que si bien por ahora es bastante difícil al menos podemos conformarnos con que estamos presenciado los últimos momento de un ser agonizante que cuando se vaya, nadie realmente lo echara de menos.
Jueves, 16 de Julio de 2020
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