SANTIAGO-. Eduardo Fernández publicará su primera novela de terror, “No te acerques, allí solo crece la pesadilla”, en 2024 y previo al lanzamiento conversamos con el emergente autor sobre su obra.
Al escritor santiaguino lo conocí en 2010, durante su paso por la carrera de Periodismo de la Upla sin saber que en ese entonces él escondía un gran y natural talento para plasmar oscuras narraciones.
Lo anterior se debió a que la primera impresión que tuve de él fue por el fútbol, cuando participó como arquero en la primera Copa Periodismo “Champions Lead” en donde su conjunto sorprendió a todos alcanzando la final del certamen que terminaron perdiendo en una polémica, histórica y recordada final ante mi equipo.
Tras eso el Eduardo me empezó a invitar a su pensión, que se ubicaba en plena Plaza Waddington en Playa Ancha, Valparaíso, y fue así que lo fuí conociendo más allá del fútbol o cuando nos cruzábamos por los pasillos de la U.
Siempre recordaré cuando él confesó que encontraba los libros muy caros y por eso se los choreaba (jaja), algo que encontré curioso y raro porque no entendía para qué arriesgarse tanto.
Con el tiempo comprendí que Eduardo había nacido para ser escritor, no obstante aún no publicaba nada y se marchó de la Upla para volver a la capital con la intención de retomar Periodismo y seguir cultivando las herramientas necesarias para ser un escritor.
Entrevista al emergente escritor, Eduardo Fernández
Con el pasar de los años nos reecontramos con Eduardo a raíz de la publicación de mi primer libro y yo me volví uno de sus lectores betas. De esa manera retomamos nuestra amistad.
Su estilo de “terror social”, como él mismo se ha auto definido, era algo a lo que yo no estaba habituado, entonces por esa razón me sorprendió el nivel de crudeza, personajes tan desafortunados y por su particular estilo que logra mantener las expectativas de inicio a fin.
Eduardo logró su anhelo, convertirse en un escritor. Entre medio también luchó para hallar una casa editorial que se ajustará a su propio estilo y hoy nos honra ser la primera entrevista de este nuevo talento literario.
-¿Por qué te apasiona el género del terror?
-Aunque leía de todo, desde pequeño siempre tuve una inclinación hacia el terror. Me divierte el género, lo paso bien como lector/espectador de ficciones que generan miedo, ansiedad o incomodidad. Además, lo encuentro sexy. Hay una sensualidad implícita en la figura de la bruja, el vampiro; un acercarse a deseos ocultos, a lo prohibido.
-Pero también tengo otras consideraciones. Creo que el terror es un género que puede ser transversal a otros géneros, es decir, podemos encontrar elementos terroríficos en la ciencia ficción, en el romance, en el realismo.
-De ahí que disfrute también de obras de otros estilos artísticos: me parece horroroso que en, por ejemplo, “Sueñan los androides con ovejas eléctricas” de Philip K. Dick los personajes no tengan claro la naturaleza de su identidad.
-¿Recuerdas tus primeros escritos en este género?
–No han sido muchos, salvo los que componen el libro que se va a publicar. Pero sí recuerdo dos cuentos (los perdí en el espacio tiempo) que fueron de ciencia ficción: uno se trataba de un chico humilde de Pedro Aguirre Cerda que recibía de parte del Gobierno, y por error, un computador cuántico; el otro, se llamaba “Entre dos abismos” y relataba la historia (muy Blade Runner 2049) de una niña robot, en un mundo postapocalíptico, que tenía la capacidad de concebir.
-Los dos terminaban en una tragedia horrible.
-Según tú, ¿Qué elementos debe poseer un relato de terror para que funcione?
–Puede haber muchos y su eficacia depende de cómo los trabaje el autor.
-Ahora, mi literatura se orientó, de una manera natural, hacia el terror que, en vez de provenir de fuentes externas, lo hace desde nosotros mismos, desde nuestras propias perversiones o trastornos o carencias (materiales o emocionales).
-Pocas cosas resultan más amenazantes que una mujer pobre, sola, que tenga que hacer un aborto clandestino sin ninguna medida de salubridad, por mencionar un caso. Y en este hecho no interviene ninguna fuerza maligna, no hay ningún exorcismo, no hay asesinos en serie: solo la pavorosa realidad.
-Y relacionado con lo anterior, estoy convencido que el buen terror es sinónimo de un intenso drama.
-¿Cuáles son tus referentes literarios?
–Hay varios. Creo que todo escritor es deudor de otros. No sé si en cuanto estilo de prosa, pero, como lector, hay en mí un antes y un después de Roberto Bolaño. Sus libros me abrieron muchas perspectivas nuevas. Después de él, conocí a Borges, Pedro Lemebel, Rodrigo Fresán, Ricardo Piglia, Alan Pauls, Philip K. Dick, Raymond Carver y muchos más.
-En cuanto a la construcción del terror, es imposible no nombrar a Edgar Allan Poe. Decir que hay alguien superior a él es mentir. Su talento para crear atmósferas inquietantes, y explorar lo macabro y lo psicológico es extraordinario.
-También puedo reconocer ciertas influencias en las obras de algunos cineastas. Ari Aster, con “Hereditary” y “Midsommar”; Robert Eggers, con “THE VVITCH” y “The Lighthouse”; y Mike Flanagan, con “The Haunting of Hill House”, entre otros.
-Ellos han hecho del género del terror moderno algo más allá que solo sustos y saltos efectistas, sino que un ejercicio para acercarse a la condición humana y sus profundos temores.
-¿Cuánto tiempo te tomó acabar tu primera obra? ¿En qué editorial publicarás? ¿Puedes decir cómo lograste ser publicado en aquella editorial?
–Un poco más de un año. Es un libro corto, de 11 cuentos breves. Será publicado en Sietch Ediciones.
-Una vez que lo terminé, lo envié a tres editoriales de género -la obra, un resumen y una carta de presentación- y recibí una buena recepción de las tres, por suerte.
-Escogí Sietch porque me gusta lo que representa, me gustan los libros que he leído de ellos, me gusta su gente. Los siento como una familia.
-¿Qué sensaciones posees en estos momentos a la espera de ver publicado tu primer libro?
–Hartas. Estoy contento, ansioso, expectante. Pero confiando y enamorándome del proceso.
-Es potente saber que tus relatos van a ser leídos por otros. Porque ya pasan a pertenecer al lector. Pero solo espero logren transmitir lo que quiero contar y que, siendo bastante ambicioso en mis expectativas, sean motivo de reflexión o que logren incomodar.
-¿Cuál es el panorama en nuestro país en cuanto a los exponentes del género? ¿tenemos talentos? O ¿Existe muy pocos escritores en este ámbito?
-He leído pocos escritores de terror chilenos, pero los hay. La misma editorial Sietch publicó hace poco “El desprovisto”, una novela de la escritora Jean Véliz D’Angelo y, aunque es un thriller psicológico, la encontré brutal. Muy buena.
-Jesús Diamantino, por otro lado, se ha convertido en un referente, así como Pablo Illanes, Francisco Ortega… Y, bueno, aunque no es chilena, sino argentina, Mariana Enríquez, actualmente es una rock star. Y con razón: tiene las mejores obras del género (terror social) que he leído hace un buen tiempo.
-Volviendo a tu libro ¿Te dejo satisfecho el resultado de tu obra? ¿Tienes claro las fechas de lanzamiento?
–Sí, estoy satisfecho. Intenté trabajar lo mayor posible en la construcción de los relatos, le puse pasión y le dediqué hartas horas. Por supuesto, no es un libro perfecto, sin duda tengo mucho que mejorar, pero es mi primera obra y le tengo un cariño enorme.
-Pronto empezará el proceso de edición, luego el de la ilustración y finaliza con la imprenta. Si todo sale bien, “No te acerques, allí solo crece la pesadilla” verá la luz (o la oscuridad) el primer semestre del próximo año.
-¿Qué fue lo más difícil para ti en cuanto a la construcción de tu trabajo literario?
-Lo más complejo fue decidirme a escribir de forma disciplinada y metódica. Entender que la escritura es un oficio y que, si quieres que salga algo relativamente bueno, tienes que practicarlo todos los días.
-Tener un horario, apegarte a él, a pesar de tu trabajo formal y otras responsabilidades cotidianas. Eso fue lo más difícil, porque, claro, uno disfruta haciéndolo, pero si quieres conseguir una obra como tal, tienes que dejar de ver “el ser escritor” como un simple hobby.
Jueves, 1 de Diciembre de 2023/Entrevista #117
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