Adiós “Mami”

Mi abuela materna Marta Farías a quien todos llamábamos con mucho cariño “Mami” partió de este mundo la pasada madrugada del jueves 13 de abril.

La Mami se fue en los sueños, dicen las personas que estuvieron a su cuidado hasta su último suspiro.

Deseo creer que ella soñaba que al fin se reencontraba con su gran amor de la vida, como lo fue mi abuelo Alejandro Fuentes, el “Papi”, que nos dejo ya en un muy lejano año 94.

De la Mami puedo decir muchas cosas, pero sólo buenas porque a ella la viví como un nieto consentido y agradecido en mi más pequeña niñez mientras ella empezaba a vivir su jubilación con la carga de haber perdido al hombre que amaba.

Siempre recordaré a mi abuela como una gran matriarca que no sólo inspiraba respeto o ciertos rencores entre algunos de sus hijos, sino también un enorme cariño por parte de otros familiares.

Ella fue una madre de otra época que con sus virtudes y defectos se las arregló para criar a una enorme cantidad de hijos que hoy en día sería toda una hazaña.

Madre de muchos hijos, abuela de un numeroso grupo de nietos y bisabuela de muchísimos bisnietos, la Mami cuando estaba de buena salud mental y física era la líder incuestionable de nuestra familia.

Recuerdo como muchos de mis familiares estaban detrás de ella, acompañándola por doquier, recuerdo también lo muy conocida que era en toda clase de negocios en los barrios y lo generosa que era con los más necesitados.

Mi Mami no sólo ayudaba a los más pobres, sino también poseía un profundo amor para los animales, no se imaginan cómo amaba a sus mascotas, de hecho siempre consideraré que heredé sus sentimientos animalistas y sé que mi abuela también se reencontrara con sus amados hijos peluditos que la esperan para ser mimados otra vez.

En estos tiempos en donde todo es más caro, todo es más complejo y la incertidumbre es una sensación habitual en nosotros, no me quiero imaginar cómo ella logró criar a más de diez hijos, muchos nietos y seguía luchando pese a su gran pérdida.

Mi abuela no estaba en su sano juicio cuando le presenté a mi Emmita ni mi hija recordará de seguro a mi Mami, para ella será una extraña y desconocida figura familiar.

Pero, a mi Emma le diré cuando sea más grande que a mi abuelita le encantaba irme a buscar al colegio porque los profesores la felicitaban por mi buen desempeño, algo que la hacia sentir orgullosa, que mi Mami siempre que podía me regalaba algunas monedas para comprar dulces en la colación, que partía con nosotros al hospital cuando nos enfermábamos y que gracias a ella tuve un techo, comida y la oportunidad de tener una buena niñez.

La Mami se sintió orgullosa cuando me escuchó en Radio Valparaíso en esos primeros arranques periodísticos y también se le infló el pecho cuando partí al servicio militar inmolando la carrera naval que logró mi Papi.

A veces pienso que pude haber sido un mejor nieto, pero entre tantos nietos y sobre todo los más pequeños que demandaron su atención me conformo con que en un momento de nuestras vidas compartimos muchos tecitos y hablábamos de lo que fuera antes que ella comenzara con sus graves problemas de salud que ya no tendrían vuelta atrás.

De la vida de mi abuela sé poco en verdad o sé lo justo también, porque antes las familias tenían el concepto de ocultar toda clase de cosas como si de una telenovela se tratase, entonces no nos consideraban para otro punto de vista u opinión porque creían que no estábamos preparados para los grandes secretos familiares.

Mi Mami fue una mujer que siempre admiré, tal vez a la más que he admirado dentro de mi familia materna por todos sus logros y por todo lo que tuvo que aguantar, por esa razón nunca podré tener comentarios en contra de ella porque sé que su infancia fue muy dura, una realidad bastante disímil a la mía.

Acompañé a mi abuela todo lo que pude, y claro que siempre existirá la autocrítica en que se pudo haber hecho más, pero mi abuela merecía haber partido antes para no seguir extendiendo su mala calidad de vida y lastimando su corazón que siempre rogaba reencontrarse con el Papi.

No soy quien para criticar a los ausentes, los que dan espectáculo o los que hacen desagradables comentarios en un momento como este, porque las personas son libres de expresarse como deseen, sólo puedo decirles que partió de este mundo una mujer que estuvo a cargo de la vida de muchas personas y aún así logró que muchos ahora logremos una mejor calidad de vida, concretaramos ciertos sueños y seamos las personas que más o menos deseábamos ser, sin que ella esperara nada a cambio salvo nuestra felicidad.

Antes de terminar, deseo agradecer aquellos familiares que siempre estuvieron atento a cada necesidad de nuestra Mami, algunos más que otros, pero de igual manera con su valiosa ayuda ella logró encontrar un lugar tranquilo y con grandes cuidados profesionales para preparar su despedida de este mundo.

Adiós Mami. Adiós querida abuela. Nunca olvidaré tu inconfundible risa, lo terca que eras y cuando me enseñaste a lavar ropa a mano, algo que sigo haciendo hasta el día de hoy.

Domingo, 16 de abril de 2023

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