
El maldito asesino, secuestrador, violador y de otras repudiables acciones, minutos antes de ser ejecutado por la justicia, se burlaba de todos los presentes porque él consideraba que morir de esa manera, tan rápida, era mejor que pagar un sinfín de perpetuas condenas a las que fue sentenciado.
A la espera de su muerte, el criminal murmuraba un retorcido rezo en donde intentaba revivir en su podrida mente los diversos actos macabros que cometió a cada una de sus víctimas.
A la hora estipulada y sin ningún tipo de consideración, se dio por iniciado la ejecución del monstruo que ni entregando cien veces su vida podría restituir todo el daño causado a tantas inocentes personas.
No obstante, lo anterior no iba a ser el final de este mal hombre que abrazaba a la muerte con la idea que se saldría con la suya, dado que a un suspiro de fenecer un hermoso ángel apareció ante él, advirtiéndole amenazador:
–“Es muy pronto para morir”-. Tras estas palabras el hombre fue ejecutado y no sólo murió imaginando que ya no se iba a salir con la suya, sino también padeciendo un desbordante miedo.
Ninguno de los presentes de la ejecución se imaginaba que el alma de este despreciable ser ahora se encontraba en un desconocido lugar para iniciar un interminable y doloroso castigo antes de caer en el fuego eterno del infierno.
El recién ejecutado no soportó ni medio minuto y ya se encontraba suplicando perdón. Arrepentido por todos los males que había causado rogaba al ángel que detuviera el castigo, sin embargo, el ángel lo ignoraba porque se encontraba recitando una plegaria que alegraba a las desafortunadas almas que este mal hombre ultimó.
FIN.
-Cuento #12-
¡Abrazo literario!
Sergio Muñoz es periodista y escritor. Publicó en 2022 “Entre el Cenit y el Abismo. Y otras ficciones”. Puedes seguirlo a través de su cuenta de Instagram y Facebook.
Domingo, 31 de Diciembre de 2023