Mientras el país se debatía por obtener el 10% del ahorro previsional de los trabajadores para que pudieran sortear la crisis que directa o indirectamente nos ha afectado a todos, un golpe a la paternidad no ejercida iba incluida en esta gran hazaña legal.
Tal como dice en el escudo “a la fuerza” fue que se pudo lograr que los famosos “papitos corazones” se acordaran de sus hijos abandonados, ya fuera para tomar o no la decisión de acogerse a la ley que permite el retiro del 10%.
Sin embargo, hemos sido testigo de cómo las redes sociales se llenaron de mensajes amenazantes y demostrando que los papitos corazones tienen en su adn una maldad pura, incluiré también a las mamitas corazones, esas que también abandonaron a sus hijos sin asco y recalcando que la añadidura “corazones” es para aquellos padres descorazonados que sin vergüenza no ejercen su paternidad como corresponde, ni afectiva ni emocionalmente.
Pero ¿qué es lo que más afecta?, que nuevamente es la madre y/o el padre abandonado quienes tienen que buscar justicia por su propia mano, no basta el daño que se hace al alma cuando se inicia una acción legal, si no que más encima esa misma mamá que ha estado soltera y sola por mucho tiempo y ese padre que quedó soltero también tiene que realizar este nuevo trámite en tribunales, tiene que buscar al papito o mamita corazón, saber su dirección, dónde trabaja, si trabaja formal o no, hacer la liquidación de deudas, y todo lo que esté a su alcance para agarrar “algo”.
Así de injusta es la justicia, que más encima permite que los niveles de violencia y acoso aumenten sin ofrecer resguardo a las víctimas de esta nueva violencia suscitada por el 10%.
Ya lo decía el presidente de Banco Estado, Sebastián Sichel, en una entrevista de un matinal –“¿Por qué?, teniendo el Estado todas las fuentes de información es la mamá (o papá) quien tiene que proveer de todos los datos para que le retengan el 10% de la AFP” -y cuánta razón tiene el señor Sichel, ya que justamente esta búsqueda de esa mamá o papá abandonado resulta en una pelea eterna con los padres abandonadores, que incluso han llevado a asesinatos.
Si el sistema funcionara “solito” tengo certeza plena que sería más facilicitador y pacífico sobre todos para las mamitas que están amantando, para ese padre que se desmorona por lograr turnos que permitan que su hijo sea cuidado y así miles de casos. La maternidad y paternidad es tremendamente difícil para que más encima haya que estar de investigador privado.
Así que el 10% recuperado por los trabajadores sólo viene a mostrarnos lo desigual que es hacer justicia para el padre o madre que queda, para el que pone corazón, el tiempo y las lucas, para ese padre o madre que entre todo tiene que más encima hacerse el tiempo de iniciar el engranaje de tribunales.
Jueves, 6 de agosto de 2020
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