Haiku, el breve e intenso poema clásico japonés

Haiku
Uno de los recursos más antiguos y sublimes en la poesía, el Haiku.

El haiku es una estilo poético que aún no se ha definido bien de dónde se ha originado, dado que algunos señalan que la cultura zen lo usó para expandir su filosofía , a mediados del S. VIII, otros señalan que incluso mucho antes ya se practicaba.

La técnica consiste en una obra de diecisiete sílabas, distribuidas en tres versos de cinco, siete y cinco sílabas que no necesariamente deben rimar.

La esencia de este milenaria forma poética es que el poeta, de manera melancólica, expone dos ideas bastantes opuestas para generar un asombro en el lector.

Autores como Matsuo BashôUeshima Onitsura, según diversos registros, en el S.VII, utilizaban este método para plasmar sus ideas quienes terminarán consolidando y popularizando el haiku en todo el antiguo Japón.

Ahora, esperamos disfrutes de estos hermosos versos japoneses, realizados por diversos autores, al mejor estilo haiku y cerraremos con algunos de Matsuo.

Watanabe Hakusen (1913-1969)

Anoche cubrí
mis hijos dormidos
y el ruido del mar.

Sumitaku Kenshin

Suspendida en la noche
la bolsa de suero
y la blanca luna.

Morse por la noche.
El viento
envía un SOS.

Yamagushi Sodo (1643-1716)

Esta primavera en mi cabaña
Absolutamente nada
Absolutamente todo.

Masaoka Shiki (1867-1902)

Primavera en el hogar.
No hay nada
y sin embargo hay de todo (-este ser parece al anterior-).

Mukai Kyorai (1651-1715)

El hombre
Que está labrando la tierra
Parece inmóvil.

Masaoka Shiki

Toda la jornada
Siempre en el mismo lugar
Trabajando la tierra (-Parece que ya lo he leído-).

Masaoka Shiki

Crepúsculo matinal.
El hocico de la rana
exhala la luna.

Natsume Soseki (1865-1915)

Sobre la montaña florida
Sueltan los caballos
En el cielo otoñal.

Masaoka Shiki

Cuando se derrite la nieve.
¡Sueltan los caballos
en el pueblito!

Konishi Raizan (1657-1706)

Mil pequeños peces blancos
Como si hirviera
El color del agua.

Masaoka Shiki

Un cardumen de truchas
Pasó ante mis ojos
El color del agua.

Natsume Seibi (1749-1816)

El espantapájaros
Parece humano
Cuando llueve.

Kobayashi Issa

Ocurre en los humanos
Y también con los espantapájaros
No son derechos.

Masaoka Shiki

¡Cómo el hombre!
En noches de luna llena
Miserable el espantapájaros.

Matsuo Basho (1644-1694)

¿Es primavera?
La colina sin nombre
se perdió en la neblina.

Yosa Buson (1715-1783)

Bajo la lluvia de verano
El sendero
Desapareció.

Yosa Buson

En silencio
Antes de la llegada de los anfitriones
Las peonías.

Oshima Ryota (1718-1787)

Sin palabras la anfitriona
El invitado
Y el crisantemo blanco.

Kobayashi Issa

Pobre, pobre, sí pobre,
la más pobre de las provincias,
y sin embargo,
siento este frescor.

Ogiwara Seisensui

Cuando canta la cigarra,
cuando canta,
canta en coro
y el sol muere.

Taneda Santoka

Mi cuenco de mendigar
Acepta hojas caídas.

Shiki (1867-1902)

Las noches son breves
¿Cuántos días más
aún por vivir?

Taneda Santoka (1882-1940)

Otoño
La desgracia y nada más
Yo continúo mi viaje

Kabayashi Issa (1763-1828) 

La mariposa revolotea
como si desesperara
en este mundo.

Kobayashi Issa (1763-1828)

Un mundo
que sufre
bajo un manto de flores.

Huye el rocío.
En este mundo sucio
no hago yo nada.

Matsuo Bashô

(1)-Flores de cerezo en el cielo oscuro
entre ellas
la melancolía florece.

(2)-A pesar de la niebla
es bello
el Monte Fuji.

(3)-Una rana se sumerge
en el viejo estanque…
el ruido del agua.

(4)-Vestido de escarcha
cubierto de viento
un niño abandonado.

Fin de algunos fantásticos Haiku.

Sábado, 24 de abril de 2018

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