Un 2 de agosto de 2018 mi polola confesó con alegría que estaba embarazada, así que por algún extraño sentimiento recibí la noticia con enorme tranquilidad y también felicidad.Pasó un año exacto desde aquella noche en que después de conocer la noticia nos abrazamos con Martina imaginando que nuestras vidas cambiarían por completo.
Ella al fin sería madre, podría dar una alegría a su amada tía ya difunta como a sus otros seres queridos en vida y yo, bien gracias, haría lo mismo con mis respectivos familiares, quienes siempre andaban preguntando por la guaguita.
En ese mes de agosto, en donde estoy de cumpleaños un mejor regalo no pude haber recibido, y hoy mi bebé en unos días cumplirá cinco meses creo que tampoco habrá mejor regalo que la sonrisa que me brinda cada día, aunque si me desean regalar un Play 4 fingiré sorpresa absoluta jeje.
Deseo celebrar este 2 de agosto expresando que en efecto, hay padres que se programan para serlo, hay otros que lo son pese a que no lo desean y hay sujetos como yo, que creen que todo pasa a su debido tiempo, que no importa las circunstancias monetarias, sentimentales o lo que sea, lo importante es disfrutar este nuevo ser, chiquitito, indefenso, con todo un futuro por vivir y que tienes la oportunidad de ser su mentor en su camino.
Al menos yo, no sé si ustedes, celebraré siempre esta fecha, esperaré a que mi hija crezca un poco para poder contar lo que significó para mí saber que ella vendría a este mundo.
Al igual que en aquel 2 de agosto, mis sentimientos no han cambiado, una preocupación profunda e inquietante por intentar pensar en el futuro que a ella le espera, esperando sea felicidad absoluta.
Así que los invito a desempolvar aquel recuerdo de ese momento en que supieron en que serían padres, sé que tal vez algunos casos no serán en verdad algo placentero por recordar, pero a su vez nos permite mirar hacia atrás y pensar que si escogiste ser padre no te equivocaste.
Siempre un hijo será tu mayor legado ( a menos que sea criminal jaja), será quien haga recordarnos una vez nos hayamos ido de este mundo, en donde viviremos por un tiempo más, el que sea necesario.
Hace un año supe que sería padre y ahora no sé que sería de mí sin mi hermosa y pequeña hija, que no sólo alegra mi vida, sino también la de su madre y a todos a quienes rodea.
Viernes, 2 de agosto de 2019.
“Dedicado a la memoria de mi Tío Juan, quien hace unos días dejo este mundo, pero nos legó una gran enseñanza antes de partir”.
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