Lo que comenzó como la búsqueda de un mágico tesoro al final se convirtió en una operación de rescate, para encontrar a Emmelyn Canales, la niña que fue secuestrada el pasado 2 de febrero.
Todo ocurrió en un desconocido poblado, llamado Licantén, que está ubicado en la provincia de Curicó, en la región del Maule, en una pequeña zona costera, que alberga no más de diez mil habitantes.
Aquel pedazo de tierra, posee a dos referentes culturales como máximos representantes, el poeta Pablo de Rokha y la cantante Rayén Quitral, quienes gozaron de cierta fama.
Hoy, los ojos de millones de chilenos se posaron en aquel lugar que está lejos de convertirse en un referente cultural o turístico y que ha mantenido expectante a toda una nación.
Allá, ocurrió lo increíble, un hecho que supera a la misma ficción y que marcó un antes y después en la historia de la comunidad y que no será olvidado nunca, entre los licanteninos y el resto de los chilenos.
Bajo la oscuridad de la noche y ante el amparo del bosque del cerro Quelmén, un sujeto llamado José Manuel Navarro (31) llevó a cabo, de lo que seguro fue un plan que fraguó por mucho tiempo.
Este individuo se hizo muy cercano a la familia de Emmelyn, quienes les brindaron la hospitalidad de su hogar al descubrir que este hombre poseía habilidades místicas, es decir, magia negra.
Eso cautivó al abuelo de Emmelyn, Luis Vidal, quien afirmó a la prensa y fiscales, fascinarse por el relato de Navarro, al escuchar que existía un tesoro escondido, que sólo su nieta podía encontrar, dado a sus habilidades extra sensoriales, de acuerdo a lo que aseguró Navarro.
De esa manera, decidió acompañar a Navarro hasta el lugar señalado, junto a su nieta, para terminar cavando un hoyo, de un metro de altura, el cual se convertiría en la zona cero de este macabro caso, que aún mantiene en vilo a gran parte del país.
Navarro traicionó a Vidal. Tras golpearlo reiteradamente logró dejarlo, malherido y aprovechó ese momento para tomar a la niña y escapar con ella, bajo la protección de la noche.
Ni el mejor libreto hollywoodense, podría haber superado este hecho real que ha generado más de una suspicacia ante el relato del abuelo de la niña desaparecida.
Cuando la noticia se volvió tema nacional, gracias a la viralización en redes sociales de este suceso, a partir del martes 6 de febrero, titulares como “hombre buscaba un tesoro y (…)” , comenzaban a llamar la atención de televidentes, lectores y oyentes en los medios de prensa, pero algo ocurrió.
De pronto, sin perder el horizonte de la noticia, el cual es hallar el paradero de Emmelyn, se abrió la caja de Pandora, en prejuicio de la familia de la niña.
Muchos, incluso yo, quedamos consternados al saber que Navarro, quien frecuentaba la casa de Vidal, había cumplido una pena de cinco años de cárcel más un día, por violación.
En efecto, el secuestrador violó a su propia hermana y tuvo que pagar en la cárcel de Curicó. Entonces, muchos nos preguntamos ¿Por qué mierda él iba a la casa de Emmelyn?
Las investigaciones en torno al núcleo familiar de Emmelyn no se han detenido y han ido sumando sorpresas tras sorpresas.
Mauricio Richards, fiscal regional del Maule, dio a conocer que la secuestrada había padecido de abuso sexual en 2016, es decir, a los 9 años de edad aproximadamente, por parte de un familiar de la madre.
Para asombro de muchos, la madre, Sandra Vidal, tuvo que aclarar a la prensa que esa situación ya estaba conversada con la familia y que “el tema quedó ahí y (no sé a qué se refiere con eso) lo importante es encontrar a su hija”.
Por otro lado, el padre, Cristián Canales, también reconoció a la prensa, que conocía a Navarro de la infancia, al poseer familiares cercanos.
Aquella pequeña localidad se ha vuelto el epicentro de un siniestro puzzle sin armar, que con cada pieza que va conectándose, un secreto oscuro de la familia de Emmelyn sale a luz.
Porque también tuvieron que reconocer los familiares, con quienes vivía Emmelyn, que estaban al tanto que Navarro era un violador y pese a eso, era bienvenido en su hogar.
En estos momentos, el Estado está realizando un despliegue multitudinario para encontrar a Emmelyn, Farkas ofreció una recompensa millonaria y el abuelo tuvo que volver a declarar a la fiscalía ante lo vago y débil de su relato.
No sabemos cómo se encuentra o dónde está Emmelyn, la pobre niña que ha tenido que padecer un verdadero infierno a tan temprana edad y de manera injusta.
En las películas de Hollywood siempre aparece un detective que observa muy bien la escena del crimen y logra armar el puzzle a tiempo, pero esto es la vida real y no un juego.
Aún no hay pistas claras, ni entendimiento del perfil del secuestrador ni claridad si la niña está bien o mal, de hecho se podría dar un vuelco en este caso, como se están dando las cosas.
No imagino cómo terminará este tan lamentable hecho y espero que la niña aparezca, para que después, cada uno de los culpables, tengan que pagar como merecen.
Ya se ha cumplido una semana de la desaparición de Emmelyn, quien era capaz de encontrar un tesoro en el bosque, según inventó el violador, para crear el momento oportuno y secuestrarla.
Primero un familiar de la madre, luego un abusador han lastimado la vida de una niña por su deseos depravados y egoístas, arrebatándole la inocencia e infancia que ya no volverán.
No sé por qué la vida se ha ensañado con la infante, por qué ella ha tenido que sufrir tantos abusos, descuidos y malos tratos… son estos los momentos en que uno piensa que el ser humano, por hombres como Navarro y el familiar de la madre, es una basura.
Ojala aparezca Emmelyn y se re encuentre con personas que en verdad la cuiden y amen, porque sería demasiado cruel y triste, que sucediera lo peor.
Sábado, 10 de febrero de 2018
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