Más de 30 años restaurando automóviles clásicos
A la temprana edad de 9 años, Ítalo Vega partió en este mundo de la restauración de autos clásicos y antiguos y hoy día a sus 44 años, sigue en este interesante rubro.
VALPARAÍSO.-Ítalo Vega o “Talo Vega” como le dicen sus más cercanos, lleva un poco más de 3 décadas ligadas a la mecánica automotriz y diversas han sido las “joyitas” automotrices que han pasado por sus manos y que las ha “resucitado” por decirlo de alguna forma.
Ítalo Vega es un mecánico restaurador autodidacta y como mencioné anteriormente gran parte de su vida ha estado ligada a los fierros, el aceite y la grasa del taller automotriz.
Sin duda, Vega ya se ha ganado un espacio en el campo automotor en la V Región.
-¿Cuándo y cómo empezaste en este mundo de la restauración de autos clásicos y antiguos?
-Comencé a los 9 años arreglando un Fiat 600 regalado por mi padre, luego arreglando los autos de mis tíos, un Chevrolet 51’ D’luxe y un Ford Fairline 59’.
-Recuerdo que tiempo después ya en el colegio, arreglaba los autos de los padres de mis compañeros. A los 19 años entré al Club de Automóviles Antiguos de la V Región.
-¿Quién te inspiró para meterte en este mundo?
-Cuando estaba en tercero medio, mientras mis amigos iban a jugar video juegos, yo me quedaba admirando un par de autos que se estacionaban en las calles Las Heras con Pedro Montt cercanos a mi colegio. Recuerdo que era un Chevrolet 35’ y un Mercury 49’, propiedad de don José Marco Romandini (el Pepe). Uno de mis compañeros me señala que ese señor era padre de una de las compañeras del colegio donde estudiaba, por tanto y dada mi persistencia en preguntar por él terminé conociéndolo.
-Una vez que pude acercarme a él en su restaurant “La parrilla de Pepe”, le conté sobre mi interés y gusto por sus autos, la conversación se hizo eterna hablando sobre la belleza de sus autos y los clásicos, esa amistad y pasión continua hasta el día de hoy.
-Recuerdo que a mis 19 años ya tenía 3 autos, un Chevrolet Business Coupe 51’, un Chevy II de 1967 y un Pontiac 42’. En ese tiempo surgió la idea de ser socios en el taller que Pepe tenía, conocido como “El museo del automóvil”, ubicado en calle Munizaga, Playa Ancha y por las vueltas de la vida terminé arreglando su Chevrolet 35’.
-Dentro de todos los autos clásicos y antiguos que te haya tocado restaurar, ¿Hay alguno por el que sientas un afecto especial?
-Uffff, son varios!!!. Difícil enamorarse de uno sólo, todos tienen algo especial o algo que lo diferencian, por ejemplo un motor, tapiz, diseño, etc. Pero si debo mencionar alguno y al cual le tengo un cierto afecto es un Impala 60’ que pude comprarme cuando sólo tenía 20 años, estuvo guardado 18 años en el estacionamiento, sin motor y lleno de ratones. Debo admitir que fue difícil darle vida, pero sí admito que ha sido uno de mis mejores trabajos.
-¿Alguna anécdota en especial en todo este tiempo que has estado en este rubro?
-Muchas, claro que sí. Sobre todo al principio, muchos me llamaban para restaurar sus autos y cuando veían que era sólo un joven de 19 años creían que era broma, hasta que veían mis trabajos.
-¿Algún momento difícil en el tiempo que llevas en este rubro?
-Por supuesto. Es un trabajo para un segmento muy reducido de personas. Hubo momentos en que simplemente no salían trabajos, ni llegaban piezas y claro que eso conlleva momentos difíciles. Además somos muy pocos los que nos dedicamos a esto.
-¿Actualmente cuentas con un taller dónde restauras autos?
-Gracias a Dios sí, las vueltas de la vida y luego de estar muchos años sin vernos, me reencontré con quien fue mi primer socio, el Pepe Marco, quien aún estaba en “El museo del automóvil, lógicamente ahora me toca ser el jefe de un excelente grupo de trabajo, siempre contando con la amistad y ayuda de mi amigo Pepe. Ahora contamos con eléctrico, desabollador, pintor y mecánicos.
-Tambíen apadrinamos a jóvenes estudiantes en práctica del liceo Marítimo de Playa Ancha.
Expo Muscle & classic cars
-¿Qué es lo que más te gusta de este rubro?
-La amistad, camaradería y el compartir conocimientos con clientes coleccionistas que se transforman en grandes amigos.
-Paso a ser el doctor de sus autos, de tal manera que si algo les pasa me llaman inmediatamente, esto desde un Ford T de 1924 el más antiguo que tengo en este momento hasta autos de los años 70’s.
-Me gusta el momento de entrega, donde vibro de alegría al ver al dueño hacer partir su auto y salir del taller contento.
-Esta bella aventura me ha llevado a ser parte de la organización del evento Muscle & classic cars del Duoc UC de Valparaíso, que convocó a más de 300 autos en su última edición, en donde participan mis grandes amigos y sus bellas colecciones de autos.
-Menciono tambíen a Wladimir Escobar y Luis Muñoz, más conocidos como el Team A, quienes junto a mí, trabajamos arduamente para organizar este evento, con el fin de reunir a todos los fanáticos de los autos y sus familias, disfrutando un bello día.
Miércoles, 24 de Junio de 2020/Entrevista #73
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2 Comentarios
WAlter Pizarro Pastén
Soy un amante de los autos clásicos, tengo un mercedes R107 SL450 año 1973 y un Dahitsu charade G20 focos redondos.
Me gustaría saber donde esta el taller del señor Italo Vega
El Semáforo
Buenos días. Calle Munizaga en Playa Ancha, la 602 lo deja ahí mismo como todas las micros que suben hasta la Av. Playa Ancha (que pasen por Waddington).