BELLOTO NORTE-.En Radio Bellotina 96.3 FM, conocimos a Carolina Ossandón quien se dedica a la creación y diseño de muebles a petición de sus clientes como también a realizar talleres para jóvenes e interesados emprendedores en este fascinante y arduo rubro.
Oriunda de Valparaíso, pero criada en Quilpué, Carolina nos cuenta que es una amante de las comunicaciones, carrera que estudió en el Duoc UC y Aiep para terminar realizando su primera práctica en la porteña Radio Caracola, en donde la esencia de uno de los programas era de ayuda a la comunidad acompañada por hermosa música del recuerdo.
Tras eso vino una incursión en el Diseño Arquitectónico en el Duoc UC también, en donde se desencantó por la creación de muebles y creó un negocio propio, el cual puedes encontrar en Facebook como Muebles Ossandón.
-¿En tu negocio hablamos de todo tipo de muebles y de materiales?
-Ahora, todo lo que se está haciendo es línea plana que tiene que ver con los tableros de aglomerados que los ves en las grandes tiendas. Porque antiguamente para hacer un mueble tenías que teñir y barnizar. Esto te simplifica los tiempos y la calidad es bastante buena, en donde en algunos casos vienen con partículas de plata o de cobre.
-Yo me imagino que tú puedes hacer todo tipo de muebles.
-Sí. A mí me gusta mucho los diseños de cocina y de closet. Para mí es súper entretenido, ya que cuando tienes la entrevista con el cliente puedes ver las necesidades que posee. Por ejemplo, hay gente que le gusta colgar la ropa y que no le interesa tener repisas, cajones o nada, así como que hay quienes sólo desean repisas o sólo cajones.
-¿Y cómo le ha ido a tu negocio en esta pandemia?
-Cuando partimos con la pandemia, obviamente, hubo un tema de autocuidado dado que si bien en un proyecto estás todo el día en la casa (de un cliente) tomando medidas o instalando, te vas exponiendo bastante, al igual que en las constructoras, entonces cortamos con eso y nos dijimos que íbamos a trabajar con muebles seriados.
-También tomamos ciertos clientes regalones que te han ido acompañando con el tiempo, aunque ahora es seriado como lavaplatos, despenseros, vanistorio o ahorrador de baño, todo ese tipo de muebles. Nos fue bastante bien. Si le gustaba la foto lo iban a buscar o se lo íbamos a dejar.
-¿Te ha tocado crear muebles para casas que son muy pequeñas, con espacios reducidos o similares?
-Sí. Es bien entretenido ese desafío porque ahí viene el ingenio y el poder adecuar cada uno de los módulos. Por ejemplo, en las cocinas el diseño de los hombres es bien básico porque quieren el mesón, la puerta y un mural para colocar los platos y los vasos, y eso sería.
-En cambio la mujer ¿Qué es lo que quieren? Quieren guardar sus servicios, pañitos de platos, poseer al menos cuatro cajones y es algo que no contemplan los hombres.
-Cuéntame un poco sobre ese proceso creativo.
-Todo parte con el proceso de escuchar al cliente, saber lo que quiere y entender cuáles son sus necesidades.
-Hay gente que considera que la cocina es un adorno o algo estético de la casa (para aquellos que no pasan mucho tiempo en su hogar) y también están, los que son la gran mayoría, que desean una cocina funcional, que se va a ocupar desde la mañana hasta la noche.
Taller de Mueblería de Carolina Ossandón
Carolina Ossandón tuvo que lidiar, en sus visitas a domicilio, con las quejas y lamentos de los clientes que mostraban los trabajos no terminados de maestros que no cumplían con las expectativas y los acuerdos pactados, por consecuencia ella tenía que dar una solución a un proyecto no acabado.
Fue así que ella determinó realizar un taller de mueblería, ya que apeló a un desafío personal, para ayudar a la gente a crecer y mejorar su calidad de vida sin esperar nada a cambio. Los estudiantes aprenden a realizar repiseros, cajoneras y otras cosas, algo que nuestra entrevistada le hace sentir muy bien, es una pasión, que muchas veces ella misma financia, aunque siempre está buscando alguna ayuda para financiar los talleres.
Desde febrero de este año realizar un taller en Pompeya Sur, actividad que por lo general no supere más de siete personas, en donde en ocasiones realizó talleres extraordinarios a interesados de Santiago, quienes tuvieron que viajar de manera excepcional hasta Quilpué para aprender este oficio/profesión que tanto apasiona a Carolina.
También recuerda una anécdota en donde un padre lo anotó a un hijo en uno de sus talleres para que aprendiera algo mientras se decidía qué hacer con su futuro, así ayudando a su hijo evitar tomar una mala decisión en caso de matricularse en alguna carrera que no le termine gustando y generando una millonaria deuda por estudiar.
-¿Cómo fueron tus primeros talleres?
-En ese entonces fui a la Omil de Quilpué y hablé con un encargado de ese tiempo. Le expliqué que quería hacer un taller de mueblería e incluso le iba a pagar la locomoción a quienes desean aprender.
-¿Y qué ganabas con eso?
-La satisfacción que se iban a capacitar personas y de ahí iba a sacar al mejor. El primer grupo era como de diez personas, entre mujeres y hombres, de diversas edades, en donde los esperaba con la infraestructura, el material y mis conocimientos. Fue súper bueno, ya que de ese primer taller salieron mujeres que hasta el día de hoy se dedican a la fabricación de muebles.
-Un chiquillo realizó un lavaplatos y ahora lo está vendiendo o una señora hizo una jardinera en donde coloca sus plantitas. Ellos me mandan fotos y me dicen:-“mire profe lo que hice”-.Para mí es súper satisfactorio.
-¿Qué más ofreces en tu taller?
-Potenciar un negocio, que concreten sus ideas, ayudarlos a creer en sí mismos, enseñar técnicas, incentivarlos a leer, etc.
Carolina Ossandón se considera un alma inquieta, quien ofrece un buen servicio, post venta, garantía de sus productos, cumplimiento de los tiempos establecidos, hermosos y creativos muebles que son el sello de nuestra entrevista que desea transmitir a sus clientes que son escuchados y acogidos.
Si bien comenzó esto hace veintidós años, el mundo de la mueblería ha experimentado todo tipo de cambios, en donde Carolina no ha estado exenta de ello.
Tuvo que capacitarse para obtener un certificado de mueblista calificada por la Universidad de Chile para demostrarse, no sólo a sí misma, sino a sus clientes también que siempre está perfeccionándose y actualizándose para brindar la mayor calidad en sus productos.
Esto nos conlleva a que nos recalca la importancia de saber cobrar el trabajo realizado. No sólo hay que considerar el valor de la mano de obra o el de los materiales, según nos cuenta, ya que hay que tener en cuenta siempre la utilidad, que es el sueldo de la empresa, el colchón económico en caso de necesitar un dinero para alguna emergencia o necesidad de la empresa.
Desde extrañas solicitudes de muebles extraños, algunos con zócalos ocultos, muebles para consolas hasta una mesa isla que considera uno de sus mejores trabajos (mueble hexagonal, que contiene ocho cajones, dos puertas y una para decoras, en donde abajo en las patas se puedes guardar cosas, pensado para hogares con espacios muy reducidos), Carolina sigue pensando que lo mejor que puede hacer una persona es aprender un oficio, no sólo para ganar un dinero extra, sino también para mejorar su calidad de vida.
Lunes, 21 de Junio de 2021/Entrevista #90
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