QUILPUÉ-.Mauricio Velázquez, es fundador y administrador de la popular Librería Fuegia que abre sagradamente de lunes a sábado desde las 8:30 horas de la mañana hasta las 20:30 de la tarde.
En ese lugar puedes regatear precios, donar libros, participar en talleres y jornadas culturales para ser parte del desarrollo del arte, como él nos cuenta.
En una casa que data del año 1929 ubicada en calle Blanco 998-A, se encuentra uno de los puntos más emblemáticos de la venta de libros de la Ciudad del Sol, lugar que albergó el nacimiento de la banda musical Congreso, según nos revela Velázquez, para dimensionar el valor histórico de la residencia en donde nos encontramos realizando la entrevista.
Dentro de las particularidades de esta Librería, descubrimos que nunca fue inaugurada con bombos y platillos, abrió las puertas el 27 de febrero de 2010, después del terremoto que nos sacudió en aquella fatídica madrugada, que el espacio sirve para encuentros culturales y que el nombre del lugar es en referencia a una palabra ona, que descubrirás más adelante.
Librería Fuegia, por medio de la administración de Velázquez y el consejo de amigos o de personas que van y vienen, como explica, tiene como rol fundamental el desarrollo del arte de la ciudad.
-¿De dónde proviene el nombre de Fuegia?
-Proviene de una palabra ona, quienes habitaron en La Tierra del Fuego, que significa “de lo profundo del bosque”. Hay una historia interesante sobre eso, poco conocida por cierto.
-Una niña ona fue secuestrada por exploradores británicos y bautizada como “Fuegia Basket” -en aquella época Europa debatía sobre el naturalismo de Charles Darwin-.
-Fuegia fue llevada hasta Londres para aprender el idioma inglés, el cristianismo y las costumbres de la época. Todo esto ocurrió cerca de 1831 hasta que la Reina Adelaida junto al rey Guillermo IV decidieron que regresara a su tierra.
-¿Qué pasó con ella después?
-Cuando regresó a Tierra del Fuego, se bajó del barco, se quitó la ropa y las joyas, y se untó aceite de foca por todo el cuerpo.
-¿Qué tipo de negocio es Fuegia?
-Es algo necesario para la comunidad. Funciona como un centro de desarrollo cultural y es el rol que debe poseer una librería hoy en día. No es tan sólo el espacio de una venta de libros.
-¿Cómo se administra una librería como la suya?
-Con mucho cariño y con mucho orden económico y de los mismos ejemplares. Nadie se hace millonario con una librería como esta.
-El corazón de esto, es abrir las puertas a la comunidad. Por ejemplo, mi amigo Bruce, entregó conocimientos de historia de Quilpué y así otros profesionales y conocedores de ciertos temas, que van constantemente formando una librería, compartiendo conocimientos con la comunidad por medio de conversatorios realizado en este lugar.
-¿Cómo han sido estos 7 años de funcionamiento?
-Fuegia se ha logrado establecer en la ciudad. Creo, que el 70% de la población de Quilpué más estable, si piensa en un libro, piensa en esta tienda. También se ha desarrollado como un espacio de desarrollo cultural, de aquí han nacido varias actividades culturales, organizaciones, talleres. Una librería, no es un negocio común, no es un negocio como otros.
-¿Ha recibido ayuda de la municipalidad del Quilpué?
-Soy cercano a la municipalidad. Años atrás recibí ayuda del alcalde Mauricio Viñambres para otro proyecto que no tiene que ver con la Librería, cuando participé de en un concurso del Estado por el año 2000, cuando era un funcionario de la municipalidad de Casablanca del departamento de Cultura, me brindo una gran ayuda.
-¿Cómo se recibe a los clientes en Fuegia?
-Librerías como la mía, la Crisis en Valparaíso, la Ivens o Viento en Popa no sólo venden libros. El gran grueso de nuestros clientes es recurrente.
-Se genera una relación constante, ya sea el que lee en forma personal o el que lee por estudios o incluso el que regala libros es quien viene y lo hace regularmente. La venta de libros ha crecido porque la población ha crecido.
-¿Regatean precios?
-La gente siempre regatea. Es una costumbre chilena a diferencia de las grandes cadenas que implementan su formato y nadie reclama los precios en los supermercados, por ejemplo. En estos negocios es casi simpático, un concepto de feria, divertido y eso genera una relación.
-¿Ha crecido el interés por leer en Quilpué?
-Creo que hoy en día se lee más que hace diez años. Son los jóvenes quienes están leyendo más.
-¿Qué están leyendo los jóvenes?
-Desde el punto de vista comercial, texto pensando en la magnificación, es decir, Bestsellers. Por ende la calidad no es alta, porque la lectura no viene seguida por la cultura sino por la educación.
-Se eliminó horas de filosofías y de arte, evidente la comunidad leerá menos. Entonces, nuestra juventud lee lo que está de moda en Estados Unidos, libros que después se harán películas en seis meses; el libro pasó a ser un elemento de adorno y la lectura ya no es un instrumento de crecimiento intelectual o desarrollo humano, sino es un medio social.
-Se lee más, pero la calidad bajo.
-Claro. Hoy, los grandes escritores están quedando en el olvido. Por citar uno, Julio Cortázar que lo importante no es saber qué títulos escribió sino conocer la relación que tuvo con la comunidad, porque fue uno de los mayores escritores que entregó títulos a la vieja Quimantú de forma gratuita sin ceder derechos para que todo Chile pueda optar a esta literatura, ya que sus textos eran pensado para que llegara a cualquiera y no sólo a una elite.
-Mi última pregunta ¿Qué puede aconsejar a un emprendedor?
-Que sea ordenado. Es algo básico, ser constante y disciplinado. Uno puede emprender un proyecto sin capital sin apoyos.
Martes, 13 de febrero de 2018/Entrevista #10
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